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Libros de ayer y hoy
CNTE azotada por fuga de El Chapo
Los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) perdieron el pulso del tiempo político, no entendieron que una vez pasadas las elecciones, en las que el PRI salió adelante aunque con serios problemas, era el momento de negociar aceptar la reforma sin perder ciertos privilegios, apostaron por exigir más a un gobierno desgastado y en crisis. No vieron venir la carga del Estado, sobre todo cuando Joaquín El Chapo Guzmán se fugó de prisión y se llevó buena parte del capital político que quedaba a la administración Peña Nieto.
En un callejón sin salida, el gobierno se decidió finalmente, asestó el más duro golpe que podía dar a la CNTE, le arrebató el control de cientos de millones de pesos al desaparecer el Instituto Estatal de la Educación Oaxaqueño (IEEPO) y la congelación de millonarias y cuestionables cuentes de la Coordinadora y sus dirigentes. La operación incluyó la movilización de varios miles de policías y soldados, que convirtieron la capital oaxaqueña en una fortaleza y los maestros radicalizados recibieron el mensaje. El gobierno les dejó en claro que los días de impunidad sin límite eran cosa del pasado.
El gran escape de El Chapo sacudió al gobierno hasta los cimientos, mostró a la sociedad qué tan vulnerable es el Estado y sus instituciones, dejó ver el poder y atrevimiento de uno de los peores delincuentes conocidos por México, pero también que la corrupción se cuela hasta por los muros de las fortalezas de máxima seguridad, corroídos por el dinero de los capos y otros malhechores que hacen a funcionarios de todas posiciones sus aliados de una y otra forma.
Entre la espada y la pared, el Presidente Enrique Peña Nieto decidió, fiel a sus costumbres, no exigir la renuncia de los responsables del sistema de seguridad, pero encontró una salida de emergencia momentánea a la crisis política y social que enfrenta su gobierno desde hace meses. Y esta no fue otra que la ofensiva contra la CNTE, una organización carcomida también, pero sobre todo por la radicalización y privilegios monetarios de sus dirigentes, el cansancio de sus huestes magisteriales y el creciente repudio del pueblo de Oaxaca y del resto de México.
Fuentes del gobierno han filtrado a periodistas cercanos al poder que el golpe contra la CNTE estaba listo desde un mes antes que se diera, pero el temor que fluye entre cercanos al presidente los llevó, como en muchos casos, a apostar por una inútil negociación con una Coordinadora que no quiere acuerdos sino mantener privilegios y seguir actuando en todos los terrenos con impunidad. Todo mundo sabe que el gobierno no puede ceder y derogar la reforma educativa, dar con los 43 normalistas de Ayotzinapa vivos y tampoco liberar a maestros secuestradores que están presos. Esas demandas pueden acompañar a la tumba a la Coordinadora, pero con un gobierno que da bandazos nadie sabe cuál será el siguiente paso.
Los hombres del presidente, que no se atreven a tomar acciones de fondo para solucionar los problemas nacionales, no tuvieron más que hacer algo desesperado para sacar al gobierno del oscuro túnel en que lo metió Joaquín Guzmán. Ir por la CNTE era ideal, la gran mayoría de la sociedad la ve como responsable en buena medida del atraso educativo, por lo menos en los estados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, donde los bajos niveles de la enseñanza son los más bajos del país.
Sólo los izquierdistas radicalizados y los populistas oportunistas creen que la CNTE es una organización progresista y democrática, políticos como Manuel López Obrador se han mostrado incapaces de reconocer que la Coordinadora es una agrupación que pervirtió el ideal de transformar al funesto Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que desde hace décadas controla en favor de los gobiernos a cientos de miles de maestros.
El golpe dado a la CNTE es el primero de una serie que es necesaria para desmembrar a la Hidra en la que se ha convertido y de lograrlo avanzar para terminar también con los privilegios del Sindicato oficialista, que no son pocos y que hacen que sus dirigentes luzcan como millonarios empresarios cuando ganan salarios nominales de pobres maestros.
Hojas extraviadas
Una maestra que también recibe los efectos de la fuga de El Chapo es Elba Esther Gordillo, acusada del manejo irregular de muchos millones del SNTE, que sin radicalismos y sin perder de vista las necesidades del gobierno en turno ha actuado mucho tiempo como lo hacen los líderes de la CNTE, controlando y esquilmando a los trabajadores de la educación. La Maestra quiere irse a su casa a seguir su proceso, alega razones de salud y edad, quizá la ley y la justicia están de su lado, pero el momento político no, cómo se vería el gobierno mandándola a su hogar cuando Joaquín Guzmán anda libre por quién sabe dónde. Es algo que sería muy costoso para un gobierno del PRI, incluso tratándose de alguien que en el pasado fue incondicional del poder, pero como la CNTE no supo que su tiempo había quedado atrás y que en la crisis se sacrifica hasta a los que jugaron en el mismo bando en el pasado…