Libros de ayer y hoy
Gobierno temeroso no se da un toque
Las encuestas indican que una mayoría de mexicanos temen a la legalización del uso médicos y lúdico de la mariguana, temor social que hizo suyo el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, que no supo cómo manejar el momento –creado por la decisión de la Suprema Corte de avalar que cuatro ciudadanos puedan cultivar y consumir cannabis legalmente para fines personales-. El conservadurismo de los gobernantes los ató a los grupos que por ignorancia, cuestiones religiosas o morales, se niegan a ver que el mundo cambia y que hoy la gente debe tener el derecho de consumir mota de la forma que sea, pues está probado que es menos dañina que drogas legales como el cigarrillo y el alcohol.
Peña Nieto marcó su raya y trató de explicar lo inexplicable, su resistencia a fijar su posición personal y política, provocó un alud de discursos mediocres o mentirosos sobre las razones por las que no se debe poner en el tapete de las prioridades nacionales legalizar el consumo de mariguana. Jugaron como manda su ADN político, fueron demagogos, se escaparon de la posición personal adheridos a “como dijo el señor Presidente”.
Con el presidente a la cabeza, los secretarios de estado, asesores y achichincles de todo orden se sumaron a la negativa de impulsar la legalización de la mariguana. Se olvidaron que hace décadas los gobiernos priistas o de sus antecesores revolucionarios marcaron la historia con leyes que como las del divorcio, que era opuesta al pensamiento de los conservadores mexicanos y más aun a la iglesia católica. Igualmente, con el IMSS como baluarte, el gobierno dejó en claro que en México no hay hijos ilegítimos y comenzó a atender a los herederos de trabajadores procreados dentro y fuera del matrimonio. Incluso puede decirse que gobiernos priistas han sido defensores de los libres de textos que de cuando en cuando son atacados por los grupos más reaccionarios del país, y que en algunas ocasiones tuvieron a las mayorías de su lado.
A pesar de lo que se diga, la educación mantiene vivo el espíritu libertario de la laicidad, pero de todo esto se ha olvidado el gobierno y los altos burócratas que no tienen en la cabeza que en democracia mandan las mayorías, por eso es que las autoridades y grupos de poder deben defender con todo los derechos de las minorías, como es el caso del libre consumo de la mariguana.
Las encuestas dejan ver los temores de una sociedad que relaciona a quien fuma mota con la delincuencia, cuestión en la cual el gobierno tiene la responsabilidad de aclarar que los mariguanos no son ni más ni menos que ciudadanos como los que se embriagan con licores o fuman y dañan su salud y la de sus vecinos. En fin el gobierno ha preferido bajar la cabeza y olvidarse de los derechos de las minorías, cosa que ya ha hecho en muchas ocasiones…
Hojas extraviadas
Los legajos polvorientos, aunque no datan de muchos años, contienen leyes de minorías, cambios hechos para unos cuantos pero importantes para ciudadanos y mujeres con plenos derechos. En el Distrito Federal, a pesar de la oposición de gobernantes como Andrés Manuel López Obrador, se aprobaron leyes para minorías. Gracias al pensamiento moderno de las autoridades y las decisiones de políticos de avanzada, las mujeres mexicanas, sin importar dónde hayan nacido o vivan, pueden llegar a la Ciudad de México y abortar hasta antes de que se cumplan 12 semanas de gestación. Pueden hacerlo en las mejores condiciones sanitarias y con el auxilio médico y psicológico necesario.
En la ciudad capital comenzó la ola de libertad ciudadana para las personas homosexuales, se aprobaron las sociedades de convivencia y más tarde los matrimonios gay. Se trató en ambos casos de cambios contra corriente, que no admitían consultas populares, como las que proponen algunos políticos para temas controversiales, pues las mayorías autoritarias retrógradas pueden frenar los avances y, al final de cuentas, anular los derechos plenos de la gente.