
Dieciocho acciones para el Bienestar
Miedo al terrorismo en México
Sin lugar a dudas, los atentados terroristas del Estado Islámico en París han cambiado el mapa mundial de la seguridad, que ya de alguna manera habían sido alterados por la barbarie del 11 de septiembre en Nueva York y los bombazos mortales de Madrid, Londres y otros puntos convertidos en territorio de guerra salvaje por los fanáticos islámicos. La globalización el terror, materializada por la salvaje ola de atentados de los musulmanes que quieren llevar al mundo a una nueva era de las cavernas, coloca a México en una trinchera de alto riesgo, un terreno muy peligroso por ser frontera con Estados Unidos, uno de los blancos anunciados por el Estado Islámico y Al Qaeda.
A querer o no México es parte del mapa estratégico de la seguridad nacional estadounidense, y más allá de nacionalismo, es un hecho que en la Casa Blanca, el Pentágono y otros centros de poder de la Unión Americana la frontera se ve como un territorio caliente que puede ser tierra de paso de enviados de ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria) o Al Qaeda. El gobierno mexicano ha anunciado medidas de seguridad especiales en el norte y sur del país, y seguramente desde Estados Unidos ya se dieron acciones para no permitir la llegada de agentes del terror.
La sociedad mexicana no escapa de la ola de temor levantada por la barbarie islámica de París, Líbano, Mali y otros lugares. Ese miedo se ve reflejado en el hecho que 77.6% de la gente incluida en una encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) señala que es momento de elevar los niveles de seguridad nacional. Extrañamente, 16.8% de la gente no ve que haya necesidad de subir el semáforo de alerta ante la amenaza del terror venida de fuera.
Pero el miedo desatado, sobre todo por los atentados de París, no se desborda, y los mexicanos parecen no temer más a una reacción de los terroristas islámicos, pues cuando Gabinete preguntó sobre si México debe participar en una alianza para combatir a los yihadistas 72.8% de las personas dijeron que no. Esa negativa supera con mucho la idea de 20.6% de la sociedad que da luz verde al involucramiento nacional en la batalla contra los criminales. 4.7% no tiene idea si es momento de que el país se una a otras naciones para dar la batalla al terror religioso.
Los mexicanos, según lo revelado por la encuesta de GCE, ven lejos todavía la acción de los terroristas de ISIS, Al Qaeda y compañía. Esto porque cuando preguntó ¿quién cree que pudiera cometer actos terroristas en México: los narcos o los extremistas islámicos? 39.3% no dudó en señalar que el peligro es el de los cárteles del narcotráfico, aunque 24.2% no tiene dudas en que los musulmanes radicalizados pueden cometer una barbaridad en suelo mexicano. 14.3% de la gente ve que el peligro llega por ambos bandos.
En fin, es tiempo de oscuridad, los terroristas amenazan a medio mundo, en el cual está Estados Unidos, el principal socio comercial y social de México. Es posible que sea el momento de tener en cuenta la posición de privilegio de una frontera terrestre con el primer mundo, pero también el compromiso de pensar en que la defensa ante el terror puede llevar a un mayor involucramiento…
Hojas extraviadas
Las redes sociales han sacado a flote un viejo tema político, si los terroristas de hoy son los oprimidos de ayer. Sin duda, el mundo es un mapa de injusticias, los imperios políticos y económicos han cometido abusos, en muchos casos criminales e imperdonables. Las oleadas de opiniones que tratan de justificar la bestialidad de los ataques terroristas islámicos son una sinrazón, una impostura. No se trata de reclamos legítimos, sino de una toma de posiciones disfrazada. Quienes lanzan justificaciones a los emisarios de la muerte, deben ser claros y decir que así como defienden asesinos en nombre de la fe, se ponen de lado de retrogradas que lo mismo matan a pedradas a una mujer por cualquier motivo, que la condenan a la cárcel del vestido o la casa. Se trata de miserables que destruyen la cultura milenaria, prohíben las artes y matan al “infiel”. Esas atrocidades defienden los que creen que los terroristas son las víctimas y no los victimarios…