Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF., 8 de julio de 2015.- El Fondo de Cultura Económica (FCE) y la Secretaría de Cultura del Distrito Federal inauguraron este miércoles la Estación de lectura y librería para niños y jóvenes en el pasaje comprendido entre las estaciones del metro Zócalo-Pino Suárez, en el Centro Histórico.
El nuevo recinto, de casi 60 metros cuadrados, alberga más de 600 títulos y exhibe cerca de 12 mil ejemplares. Diseñado como un acervo vivo y un espacio público para compartir y celebrar la lectura, dará acceso a 14 colecciones de libros para niños y jóvenes, las cuales comprenden todo el catálogo del Fondo dirigido a este público.
La propuesta de la Secretaría de Cultura capitalina y del FCE consistió en dividir La Estación en tres áreas: una de lectura en la que niños y jóvenes podrán consultar más de 500 títulos y cerca de mil ejemplares, en un espacio destinado al fomento y promoción de la lectura, donde se encuentran títulos para bebés, niños y jóvenes.
Otra área cuenta con una librería con la venta de títulos de colecciones como ‘A la orilla del viento’, ‘A través del espejo’, ‘Los especiales de a la orilla del viento’, ‘Los primerísimos’, ‘Premio poesía para mirar en voz alta’, ‘Clásicos’, ‘Ojitos pajaritos’, ‘Espacios para la ‘lectura y ‘Los especiales de ciencia’.
A ambas se agrega un área para talleres de lectura, escritura y narración oral, así como un programa cultural coordinado por ambas instituciones que incluirá presentaciones de libros, charlas con autores e ilustradores, lecturas en voz alta, sesiones de cuentacuentos y cursos de verano, entre otras actividades.
La oferta de este espacio de formación lectora ubicado en el subsuelo incluye un mobiliario que permitirá el acceso abierto y ordenado al acervo. Se inspira en el modelo de gestión cultural basado en la colaboración interinstitucional y de participación ciudadana que el Fondo puso en marcha en junio del 2014, cuando abrió la primera etapa del Centro Cultural de Apatzingán, en Michoacán.
El lugar tiene libreros, canastas, mesas, sillas, cojines, tapetes e incluso un mueble para guardar materiales de talleres y un pizarrón blanco para que los lectores interactúen.