Presenta Ramírez de la O presupuesto de egresos; van 6.5 billones a metas
MÉXICO, DF, 15 de octubre de 2015.- El nuevo sistema de contribución definida sólo tendrá éxito si se incrementa las contribuciones obligatorias e introduce un mecanismo de prorrata para allanar la transición del “viejo” al “nuevo” sistema de pensiones, aseguró José Ángel Gurría Treviño, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Al presentar el estudio sobre el Sistema de Pensiones de México, mismo que lo analiza a profundidad en el marco de las mejores prácticas de la OCDE, Ángel Gurría presentó ante el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, diversas propuestas para mejorarlo y garantizar su funcionamiento en el largo plazo.
“México como el resto de América Latina aún cuenta con una población joven, donde hay ocho trabajadores por cada jubilado, en cifras de 2013, sin embargo, en las próximas décadas la población envejecerá y para 2030 sólo habrá cinco trabajadores por cada retirado”, expuso el representante del organismo, en presencia del director del IMSS, José Antonio González Anaya, y del Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), Carlos Ramírez Fuentes.
Aunque reconoció que institucionalmente, de acuerdo con las mejores prácticas internacionales de los países de la OCDE, la regulación y supervisión del sistema por la CONSAR ha funcionado correctamente, lo cual ha hecho posible que el sistema de pensiones de México se convierta en una herramienta para promover la inclusión y el bienestar, el estudio identifica varios aspectos que pueden y deben mejorarse en cuatro ejes:
El proceso transitorio del sistema “antiguo” al “nuevo”; el nivel de cotizaciones; el sistema de protección social a la vejez; y la fragmentación del sistema.
Al abundar en el primer punto, José Ángel Gurría señaló que tiene que facilitarse la transición del sistema y mantener el prestigio, el manejo por la regulación y la vigilancia que ejercen los interesados para el propio proceso.
Explicó que un individuo que haya trabajado y contribuido un mes antes del nuevo sistema, recibiría un monto de pensión bastante mayor que uno que entró un mes después, habiendo contribuido lo mismo o con la misma experiencia laboral.
Para hacerle frente a este desequilibrio y que el sistema sea motivo de debate y desprestigio, propuso un esquema de pro-rata donde todos los derechos adquiridos por los trabajadores hasta hoy queden garantizados, “pues no se trata de vulnerar derechos adquiridos, se tiene que abordar a partir de una nueva lógica”.
En el segundo punto dijo que las aportaciones al sistema de contribución definitiva debe aumentar, el estudio muestra que las contribuciones son bajas para poder garantizar un nivel de ingreso de más del 50 por ciento del último salario de los trabajadores.
Para alcanzar dicha tasa de reemplazo sería necesario una contribución media que va del 13 al 18 por ciento durante 40 años dependiendo de los grupos, abundó.
“Hoy es de 6.5 por ciento, habría que duplicar la cuota más baja y triplicar la cuota más alta para poder aspirar en una generación y media a tener una cuota de reemplazo de 50 por ciento”, apuntó.
Continuó con la recomendación indispensable de mejorar el sistema de protección social para la vejez, integrándolo y expandiéndolo.
“Como todos los sistemas de pensiones de la OCDE tiene un componente asistencial y de protección social para aquellos individuos que por diversos motivos no han podido disponer de una pensión que los sitúe por encima de un cierto umbral de ingresos”, comentó.
Dadas las dificultes condiciones de vida que enfrentan una parte importante de los mexicanos en la tercera de edad, el estudio de la OCDE propone el nivel de asistencia de la vejez, lo cual ayudaría a combatir la pobreza en ese segmento de la población.
Para mejorar la integración del nivel asistencial de las pensiones para adultos mayores y las pensiones mínimas garantizadas, recomendó mejorar la coordinación de la protección mínima a la vejez entre los niveles de gobierno con el propuesto de crear un Sistema Nacional de Pensiones y poder monitorear el uso de los recursos.
Sobre la fragmentación del sistema, indicó que existen diferencias importantes entre los planes del sector privado con el público, de gobierno federal y local, por ello sería conveniente procurar una convergencia gradual de las reglas de todos los planes de pensiones encaminadas a establecer el sistema nacional.