Suspensión de orden de aprehensión contra Yunes, por amparo: Cuitláhuac
MÉXICO, DF, 9 de septiembre de 2014.- La Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) calificó como “indignante” el presupuesto propuesto para combatir la obesidad, pues representa apenas el 0.23 por ciento del monto total asignado al sector salud.
“Mientras que el aumento en la prevalencia de obesidad infantil en México continúa- 34.4 por ciento, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud- el recurso asignado al Programa de Prevención y Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, recibió sólo el 0.23 por ciento del total destinado a Salud, con lo que se muestra el poco compromiso que existe de parte de las autoridades a dar una lucha frontal contra esta epidemia que ataca a gran parte de los mexicanos”, destacó la agrupación en un comunicado.
La partida, agrega, corresponde únicamente al 1.84 por ciento de lo que se recaudará en 2015 para el impuesto a refrescos y bebidas azucaradas.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, advirtió que la estimación en los costos totales de la obesidad en 2012 llegaron a 80 mil millones de pesos y para el 2017 se pronostica que puedan llegar hasta 150 mil millones de pesos, “por lo que se vuelve crucial la necesidad de invertir en prevención como la única manera de frenar la obesidad y diabetes”.
El activista subrayó que las autoridades deberían darse cuenta que, de no hacerlo, se incrementarán cada vez más los costos para el Estado y las familias.
Luis Manuel Encarnación de la Fundación Mídete, recordó que tras la aprobación del impuesto al refresco y a las bebidas azucaradas, la Ley de Ingresos contemplaba el uso de los recursos para programas de prevención de la obesidad.
“Lamentablemente esto no se vio reflejado en el Presupuesto de Egresos de 2014 a causa de una grave omisión legislativa. Ahora que el Presidente y el Secretario de Hacienda presentaron el Paquete Económico para 2015, sólo se pretende asignar menos de 350 millones de pesos para el combate a la obesidad, lo que es menos de 2 por ciento de lo que recaudaría por el impuesto en 2015 (que asciende a más de 18 mil millones de pesos)”, aseveró.
En cuanto al presupuesto asignado para la instalación de bebederos en las escuelas, las organizaciones integrantes de la ASA, lo consideraron “insuficiente” pues equivale a la tercera parte de lo recomendado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados tan sólo para iniciar su instalación.
«La partida asignada para bebederos es de alrededor del 30 por ciento de lo proyectado para el primer año, lo que pone en riesgo todo el proyecto al pasar de una propuesta de instalación en 3 años a alrededor de 12 años; es decir, un programa que se traslaparía a tres sexenios, en los que todo se puede quedar en el olvido», alertó Calvillo.
“La asignación del recurso a bebederos carece de congruencia absoluta, sobre todo si se compara con la recaudación esperada por el gobierno por el impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos calóricos, que se inició como medida fiscal en el combate a la obesidad y diabetes, en el cual el acceso al agua potable es imprescindible para evitar consumo de refrescos”, afirmó.
Por su parte, el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez, apuntó que es necesario que el Estado mexicano cumpla con lo dispuesto en el artículo cuarto de la Convención sobre los Derechos del Niño, el cual establece que los Estados parte deben destinar hasta el máximo de sus recursos posibles a garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes. “Asimismo, es necesario que los recursos económicos destinados a tal fin sean eficientes y que su ejecución sea desagregada y transparente”.
La Alianza por la Salud Alimentaria confió en que los diputados reformen la propuesta y asignen los recursos necesarios, “ya que fue el mismo legislativo quien se comprometió a que los recursos generados por el impuesto al refresco se destinarían a salud y a la introducción de bebederos en escuelas”.