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MÉXICO, DF, 29 de junio de 2014.- Las modificaciones al programa Hoy No Circula serán insuficientes para mejorar significativamente la calidad del aire del Valle de México, si no son complementadas con estrategias más ambiciosas en materia de transporte público y desarrollo urbano, según expertos.
Esto se debe a que las concentraciones atmosféricas de ozono y partículas suspendidas menores a 2.5 y 10 micrómetros, que exceden hasta en un 35 por ciento de días al año los límites permisibles fijados por las normas mexicanas y están asociadas a problemas de salud como cáncer y enfermedades cardio-respiratorias, han aumentado considerablemente de 2011 a la fecha de acuerdo con un estudio del Centro Mario Molina utilizado por el gobierno capitalino para implementar la modernización del Hoy no circula.
Mientras la Organización Mundial de la Salud identifica 20 mil muertes vinculadas a la mala calidad del aire en México, el INEGI estima que la mala calidad del aire tiene un costo económico de al menos 4.5 por ciento del Producto Interno Bruto. La cifra parece coincidir con los 5 mil millones de pesos al año de pérdidas en productividad, según estimaciones del Instituto Mexicano de la Competitividad. Datos que explican las razones que llevaron al gobierno local a fortalecer las medidas restrictivas para el uso de automóviles.
“El Valle de México era una zona que era probablemente la más contaminada del mundo. Ahora ha mejorado muchísimo la calidad del aire en parte debido a algunas estas políticas públicas, aunque el reto sigue siendo enorme, pues rebasamos la norma casi el 30 por ciento de los días del año, además de que hemos observado un repunte en las concentraciones de ozono en los últimos años”, explica Francisco Barnés Regueiro, titular de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, organización que coordina a los gobiernos federal junto al Distrito Federal, Estado de México, Morelos, Tlaxcala, Puebla e Hidalgo para mejorar la calidad del aire.
“Esto significa que nuestros programas están llegando a un límite y hay que hacer un replanteamiento de las acciones que debemos tomar para seguir bajando los niveles de contaminación”, agrega el especialista, quien explica que los automóviles son responsables del 50 por ciento de la contaminación atmosférica del Valle de México.
Actualmente, la edad promedio de la flota vehicular de la Ciudad de México es de 10 años, un dato relevante tomando en cuenta que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos establece que un auto de 15 años de edad es 12 veces más contaminante que uno nuevo, mientras los autos con más de 20 años de edad, incluso pueden ser hasta 25 veces más contaminantes.
Por ello, los gobiernos de la Megalópolis llevan a cabo un programa de homologación, mejora y estandarización de la verificación vehicular, incluyendo la adquisición de mejor equipo y acciones de combate a la corrupción, así como una modernización del programa Hoy no circula.
Sin embargo, los especialistas coinciden en que estos esfuerzos serán insuficientes si no son complementados con programas de transporte público que desincentiven el uso del automóvil.
“Es una medida que tiene que ser complementada con otras. De lo contrario, el impacto va a ser muy, muy pequeño. Así como el impacto a los usuarios del auto en términos reales es muy pequeño, la diferencia entre este y el anterior hoy no circula en coches afectados y horas es un impacto bajo si no viene complementado con otras medidas”, señala Xavier Treviño, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP).
Para Treviño, la molestia de la ciudadanía no es proporcional al poco impacto que tendrán las modificaciones al Hoy no circula, aún cuando considera que las políticas del sector transporte más recientes buscan identificar al automóvil como un artículo de lujo por el cual es necesario pagar más, con el fin de reducir el congestionamiento vial.
“Viéndolo objetivamente, los cambios son muy ligeros, porque solo afectan los sábados a los vehículos más contaminantes, así que tampoco elimina la posibilidad de circular los sábados, más que dos al mes. Me parece que la respuesta ha sido exagerada comparada con el impacto real de esta modificación del programa”.
Una opinión similar a la de José Luis Lezama, investigador del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales del Colegio de México, quien considera que las modificaciones anunciadas al Hoy no circula son más parecidas a “una campaña publicitaria” que a una solución estructural para el problema, ya que se pretende sacar de la circulación más de 500 mil vehículos diarios de una flota vehicular que en el Valle de México es de más de 5 millones.
“El Hoy no Circula es, a lo sumo, un paliativo temporal que no resuelve el problema, que alimenta falsas expectativas y que muestra a una autoridad confusa e incapaz, con propuestas irrelevantes para abatir una persistente y dañina concentración de sustancias que, a la fecha, consiste en alrededor de 3 millones de toneladas de sustancias tóxicas que los vehículos, las actividades industriales y de servicios vierten anualmente a la atmósfera metropolitana”, afirma el experto.
De acuerdo con Lezama, el gobierno capitalino ha evadido el problema del transporte público “porque es complejo, costoso económicamente y que no reditúa políticamente en el corto plazo”.
Agregó que otros problemas que inciden en la mala calidad del aire incluyen la baja calidad de los combustibles disponibles en México, así como la poca calidad de los vehículos disponibles en el país para el consumo interno, muchos de los cuales ni siquiera cumplen con la normatividad estadounidense.
El pasado lunes, el gobierno del DF estipuló, entre otras medidas, que los vehículos con más de 15 años de antigüedad podrán obtener el Holograma 1 (el mismo que se otorga para unidades con antigüedad de 9 a 15 años), siempre y cuando cumplan con los límites de emisiones establecidos, situación que provocó reacciones de molestia entre algunos sectores de la población.