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MÉXICO, 2 de julio de 2015.- La trayectoria periodística de Jacobo Zabludovsky tuvo dos etapas, la primera cuando jugó un papel equivalente al de un ministro de propaganda del sistema priísta, y la segunda la de su autoreinvención, como voz crítica de la izquierda en la radio y como columnista y que concluyó con su muerte, acaecida este jueves de julio.
“Es el fin de una segunda época, la de la autoreinvención de Jacobo como voz crítica de la izquierda. La primera época, la más importante, terminó en 1998, cuando se extinguió su noticiero 24 Horas, después de tres décadas de desinformación y lambisconería”, dijo a Quadratín México.
Paxman es coautor, junto con Claudia Fernández, de la biografía de Emilio Azcárraga Milmo, El tigre, obra donde entre otros temas destaca la cercanía de Zabludovsky con el empresario dueño mayoritario de Televisa y que alguna vez expresó que “somos soldados del PRI y el presidente”.
En su libro Paxman y Fernández relatan anécdotas sobre el papel de Zabludovsky en la difusión de información a favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) o la escasa difusión que daba a la oposición.
Reconoce que había aspectos positivos sobre Zabludovsky, un periodista que cubrió la Revolución cubana, las primeras horas del sismo de 1985, y un especialista en temas como el tango y la tauromaquia, y que entre sus entrevistados tuvo al artista español Salvador Dalí.
“En lo positivo, era un hombre culto, con un olfato periodístico y un amor por el Centro Histórico de la ciudad de México”.
En sentido contrario, considera negativo que más que información, pusiera su noticiero 24 horas al servicio del gobierno, como ocurrió en las elecciones presidenciales de 1988.
“En lo negativo, era ministro de propaganda del gobierno, cargo que implicó no sólo una promoción del PRI y sus políticos ad náuseam sino también una marginación de los partidos de la oposición y casi cualquiera voz crítica”, concluyó.