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CIUDAD DE MÉXICO, 24 de marzo de 2016.- Francisco Ledesma interpreta este año a Judas Iscariote en la Pasión de Iztapalapa, nada menos que el papel del hombre que traicionó a Jesús de Nazaret.
“Es la primera vez que voy a representarlo. Es el compromiso y la responsabilidad que se tiene de ser el antagónico de la historia de la humanidad. La persona que llevó a donde tenía que llegar el Hijo de Dios. También es la responsabilidad con el pueblo de Iztapalapa”, dijo a Quadratín México.
De 35 años, con 22 de experiencia con distintos papeles en la representación que atrae a cientos de miles de personas cada Semana Santa, Ledezma compartió con Quadratín que el personaje de quien pasó de discípulo a traidor le llamó la atención e incluso reconoció que se identifica con él en algunos rasgos.
“En el momento que me otorgaron el personaje me puse a estudiar qué tipo de persona era, quién era Judas y lo que me llamó la atención es el amor y cariño que le tenía a su familia y al pueblo de Israel, que él trataba de cualquier forma que su pueblo fuera liberado, estaba muy interesado y lo amaba. Con esa parte me podría identificar, en esa parte nada más: en el amor a su pueblo y a su familia, de la misma manera el amor que tengo a mi pueblo de Iztapalapa y al Señor de la Cuevita, es la parte que me identifica con él”, puntualizó.
En su primera representación de Judas, Ledezma explicó que su preparación para interpretarlo pasa por tres niveles: el físico, el mental y el espiritual.
“Tenemos una preparación física, espiritual y mental. La primera consiste en hacer ejercicio en el Cerro de la Estrella. La espiritual, en ir cada semana a misa con mis compañeros que van a participar y las autoridades eclesiásticas nos dan pláticas acerca de la historia de Jesús y de todos los demás personajes. La parte mental es tener el apoyo de mis compañeros que han participado en el papel de Judas, quienes me dan pláticas de cómo realizar un buen papel”, explicó.
Distintos son los retos que implica interpretar a Judas, uno de ellos es el de soportar los insultos de algunos asistentes al llamado teatro de masas, señaló Ledesma, quien en la cotidianidad es técnico en máquinas herramientas.
“Si se da ese caso, en el momento de la representación la gente no ve a la persona que interpreta, entonces recibes muchos insultos, por lo que me han platicado los compañeros. Para eso es la preparación por parte de ellos, para mantener la cabeza fría y no llegar a agredir a alguna otra persona, debes tener mente y cabeza muy fría, estar concentrado en lo que estas representando y hacer el papel más creíble y no tener problemas con el público”.
Otro aspecto delicado a cuidar es el momento en que se representa el suicidio de Judas, quien de acuerdo con la Biblia no soportó la culpa de haber traicionado a su maestro Jesús y decidió colgarse de un olivo. El realismo que se le imprime en Iztapalapa ha llevado a que algún actor se haya desmayado, por no medir la fuerza de la soga.
“En base a la experiencia de compañeros que han salido, ellos me han apoyado mucho para cuidar cada detalle de esa parte de la escenificación, lo que ellos me han dicho varias veces y parece que todo está en orden”, confió.
El actor, que en 22 años ha sido Nazareno, el apóstol Felipe y romano que flagela a Cristo, entre otros papeles, previó que sólo interpretará otro año a Judas, y tal vez busque otro personaje para representar o se dedique a sus labores del Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa AC (COSSIAC).
– ¿Cuánta gente participa en la organización? –se le preguntó.
-La parte del comité organizador somos 65 socios y ahí se forma un consejo directivo que se encarga de la organización. Además, tenemos lo que podemos llevar personajes centrales como Cristo, apóstoles en total con parlamento son como 160, más aparte con extras son dos mil y aparte los dos mil nazarenos que participan que son los registrados [de Iztapalapa], pero llegan de otros estados y de la ciudad de México.
Cuestionado sobre las voces de alerta que dicen que la Pasión se ha comenzado a partidizar, indicó que todos los puntos de vista son respetados y descartó que la tradición se contamine por cuestiones políticas.
“No lo creo, aquí la parte más fuerte es el bien común de la gente de Iztapalapa, es llevar la tradición, continuarla y el voto que tenemos con el Señor de la Cuevita”, afirmó.
– ¿Hay alguien a quien le dediques tu representación?
-En primer lugar, como todo iztapalapense, al Señor de la Cuevita, de manera muy personal a mi madre que cuando vivía estaba al pendiente de mí, a mi esposa que en todo momento me ha apoyado desde el principio, a mi hija pequeñita, pero ya emocionada de la representación, a mi papá, a mis hermanas y al pueblo de Iztapalapa y a todos los que vengan, concluyó Ledesma.