Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF, 18 de enero de 2015.- Hace tiempo que un artista no conmocionaba la vida, generalmente calma y sin sobresaltos, de los museos en la ciudad de México. Pero Yayoi Kusama, artista japonesa, con su Obsesión infinita, ha generado un interés fuera de todo pronóstico. Debido a la altísima demanda para verla y a unas horas de que finalice su estancia en el recinto, el Museo Tamayo realizó un maratón horario para dar cabida a la mayor cantidad de personas. Filas enormes han sido parte del paisaje cotidiano de Chapultepec, conformadas por personas (en su mayoría jóvenes) que se armaron de paciencia para disfrutar de la propuesta de la artista nipona. Todo parece indicar que si no tienes tu selfie en esta exposición, tu muro de Facebook y tu TL de Twitter sufrirán una merma, digamos, de actualidad.