Va América adelante y Xolos Atlas
MÉXICO, DF, 9 de octubre.- En plena crisis que atraviesan las Chivas, Francisco Cárdenas, ex presidente del Club Guadalajara, habló vía telefónica con Quadratín México y expresó su sentir sobre los problemas en los que el equipo está metido, desde la llegada de Jorge Vergara y aseguró que el grupo de miembros del Club Deportivo Guadalajara, A.C. que él representa, siguen en pie de lucha ante las autoridades para lograr que se haga justicia en el tema de la polémica compra-venta del club, que calificó como un «robo».
«Desde el primer día nos dimos a la tarea de luchar contra la ilegalidad de la que fuimos objeto. Los miembros de la asociación civil fuimos víctimas de un robo, un secuestro de patrimonio y desde entonces seguimos en la lucha en la búsqueda de justicia. Aunque estemos en un país donde los tribunales muy fácil toman sus intereses por encima de la aplicación de la ley y por encima del estado de derecho», dijo.
Paco Cárdenas dejó claro que todo México está consciente de la problemática de Chivas menos el mismo dueño.
«No pienso en que el equipo pueda descender, más bien es una circunstancia real y el único que no se da cuenta es Vergara, por las declaraciones que hace: que se va a calificar, que se va a quedar arriba del América y todo eso. ¿Cómo se atreve a decir eso cuando en la cancha los jugadores demuestran todo lo contrario?», mencionó sobre los altos objetivos que impuso el propietario del equipo desde que tomó el control.
El ex directivo del Club Guadalajara también aseguró que Vergara no sólo es un mal para Chivas sino también para el futbol mexicano porque “no se da cuenta que el descenso es una posibilidad real y sería terrible no sólo para los aficionados sino para todo el balompié nacional mexicano. En primera instancia, Chivas que sufre las estupideces que este señor comete y también el futbol mexicano porque el equipo es un pilar del futbol nacional».
¿Slim, la solución?
Ante los rumores de un posible interés por parte del empresario Carlos Slim por hacerse cargo del equipo, el ex directivo señaló que solamente un torpe no entendería los problemas legales que sufre el equipo tapatío.
«Legalmente hablando, él (Vergara) no puede vender porque no es el auténtico y legítimo propietario. Aunque siendo México, sí podría vender. Nosotros seguiremos en la lucha que iniciamos hace 12 años y seguiremos buscando lo que en derecho nos corresponde hacer, para seguir defendiendo el patrimonio de la institución», aseguró.
«Por eso supongo que ningún empresario y menos uno de la talla del señor Slim, con un ejército de abogados, se quiera embarcar en comprar un proyecto sin hacer una auditoria legal, donde saldría a la luz que la dizque empresa Guadalajara S.A de C.V. no existe, porque en el Registro Público Nacional de Comercio, que es donde estaba inscrita, fue cancelado y esto limita la posible venta. Solamente un torpe no se daría cuenta y, con su experiencia, dudo que quiera comprar problemas, porque regalados son caros”, sentenció Cárdenas.
Vergara, el único culpable
El ex presidente del club Guadalajara A.C. reiteró que el único culpable de la situación actual del Rebaño Sagrado es su actual propietario:
«El culpable de esta crisis tiene nombre y apellido. Sabemos quién toma las decisiones en Club aun cuando exista gente en la larga lista de directivos que han desfilado, pues finalmente quien decide ahí es Vergara y ahora la señora (Angélica Fuentes) por encima de él y hay un solo responsable y es en este caso Jorge Vergara, la señora o los dos».
El entrevistado lamentó que la afición viva esta situación y más cuando Vergara Madrigal está matando la ilusión de los aficionados:
«Entiendo a toda la afición dolida porque me ha pasado algo similar. Viene una desilusión, cuando te das cuenta que aquella institución que les daba una filosofía de hacer las cosas en la cancha, en el pensamiento y en el corazón, esa mística se perdió», afirmó Cárdenas.
“Vergara traicionó a la propia institución, su filosofía e historia y pretende hacer un negocio y resultado lo ves reflejado en la cancha: el desánimo de la afición que se alejó del equipo y al perderse eso se pierde mucho más de cien años de tradición, ahora Chivas es un equipo más común que corriente, quizá más corriente que común», ironizó el presidente del club entre 2000 y 2002, cuando pasó a manos de su actual propietario.
Los efectos hacia la afición
Incluso, reiteró que el dueño de la empresa Omnilife busca destruir de manera consciente la tradición de Chivas, todo por culpa de su necedad.
«Chivas ya no se distingue más que por tener jugadores cien por ciento mexicanos, pero además esa mística se ha perdido porque Vergara no tiene ese sentido de pertenencia y si lo tiene, trata de destruirlo porque en su ego magnificado, lo único que le interesa es que se hable de él. Todos los objetivos alcanzados por los demás les resta valor.
«Y como aficionado no te queda otra más que protestar no parándote en el estadio, que es un lugar caro, donde ves un espectáculo pobre y donde te tratan como consumidor. Por eso el aficionado se queda en su casa, acostumbrado a ser fanático de televisión porque no tolera ir a al estadio.”
Cárdenas observó durante su etapa como directivo del club la llegada de las figuras que conformaron las Super Chivas. Sin embargo, tal como en aquella ocasión, reconoce, la llegada de jugadores sin arraigo no es la solución para sacar adelante al equipo.
«Estas no son las Chivas que generaron grandeza, no son dignos herederos de quienes la lograron. No porque como personas no lo sean, sino por la escuela. A ellos les es ajeno, ya no. Ahora son mercenarios, se dedican solamente a desquitar el sueldo de la manera más sencilla y con el menor esfuerzo. No se les ve compromiso, se les da su sueldo y eso es parte de la chamba, sin importar el resultado».
Una manera de revertir esta situación, según explica, está en las manos de los actuales administradores del club:
«La realidad que está ocurriendo en la cancha y la razón de que no haya resultados es porque no hay un estímulo con los jugadores desde, la afición que es el pueblo, y Jorge ha intentado transformarlo, destruirlos estúpidamente», concluye