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Crean IPN y MIT sensor urbano inteligente móvil para monitoreo ambiental
MÉXICO, DF, 28 de octubre de 2014.- Tras solicitar un minuto de silencio en «solidaridad con los (43) estudiantes desaparecidos, sus familias y como una protesta cívica y silenciosa», el filósofo español Fernando Savater inició su conferencia magistral Ciudadanos en la red y la nube, en la sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.
Ahí, «como universitario», se dijo «hondamente preocupado por los sucesos de desaparición de los 43 normalistas de Iguala y los siniestros detalles que rodean el caso».
Durante la charla, que reunió a cientos de universitarios, advirtió la importancia de educar para internet, pues si bien se trata de un instrumento que posibilita afianzar la ciudadanía existe el riesgo de caer en una «ignorancia hiperinformada» si no se sabe «navegar en ese mar de información» y distinguir lo valioso de lo estéril.
En ese sentido, destacó que la red no sustituye la educación, en referencia a «las autoridades educativas de diversos países que anuncian que dispondrán de tablets» y otros aditamentos para reducir la brecha digital.
«Al contrario, internet no educa a nadie, nosotros tenemos que educarnos para utilizar internet».
El escritor planteó que una de las mayores paradojas del mundo moderno es que mientras en tiempos pasados la información llegaba a cuentagotas, hoy lo hace en aluviones.
A pregunta expresa sobre el valor de educar en México a partir del 26 de septiembre (fecha en que desaparecieron los jóvenes normalistas), el escritor respondió que sigue siendo imprescindible pues precisamente la educación es la lucha contra la fatalidad social.
“El mérito de a educación es que nos prepara para luchar contra la fatalidad social, contra esa fatalidad que hace que los hijos de los pobres siempre sean pobres, y los hijos de los ignorantes sigan siendo ignorantes”, señaló.
Apuntó que la educación “no es la única herramienta” pero que en la solución de problemas siempre hay un componente de educación.
“La educación es la revolución sin sangre y esa revolución es más necesaria cuando más sangre nos acosa”.
Sobre el papel de los docentes en el proceso educativo, afirmó que la figura del maestro es “imprescindible” y que el propósito de la educación es, primero, formar seres humanos plenos, luego a ciudadanos capaces y después desarrollar adiestramientos laborales.
Además, rechazó que cualquiera pueda ser maestro. “No puede ser maestro cualquiera, hay que ganarlo. Esos lugares no se compran, no se heredan”.