Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Ovnis
Dios y los OVNIS han sido asideras del hombre cuando ha tomado consciencia de su soledad en el Universo. Del primero se sabe que se aloja en un conjunto de neuronas en el lóbulo izquierdo de nuestro cerebro y de los segundos, como podrían o no existir, están en la mente del ser humano.
Los objetos voladores no identificados (UFO para los gringos) son como lo indica su nombre artefactos que aparentemente no han sido fabricados en nuestro planeta. Pocos los han visto y quienes creen haberlos avizorado siguen con dudas existenciales.
La noche de anoche, mientras entraba a mi recámara observé por la ventana un enorme aparato que se dirigía en mi dirección. Su tamaño sobrepasaba con mucho el de un aeroplano y estaba rodeado de luces rojas y naranja. Por un momento pensé en un avión incendiándose y busqué mi móvil para tomarle una fotografía. Cuando estaba frente a mi casa pude observar cómo se detenía, flotaba, teniendo como fondo sólo la negrura de la noche. Se mantuvo estático, sin un sonido; fue cuando deduje que era un OVNI. Salí al jardín y en lo que indagaba cómo se toman fotografías con el celular el aparato comenzó a desplazarse hacia la izquierda. La velocidad se incrementaba y alcancé a tomar la primera fotografía; la segunda salió muy movida. El desconocido aparato aceleró y de pronto, al fondo de la bóveda celeste tomó tal velocidad que en instantes desapareció.
Hace exactamente un año, a la misma hora, se presentó este fenómeno; sólo que en esa ocasión no tenía cámara fotográfica a la mano y un amigo que estaba de visita logró captarlo en su celular. El mismo aparato, los mismos movimientos y la misma ruta.
En las dos ocasiones no ha habido sonido alguno, únicamente esas luces rojas y naranja; pareciera que el enorme aparato me observara esperando a que me dispusiera a disparar una fotografía para salir a una enorme velocidad rumbo al firmamento.Tendré que tomar un curso rápido para saber de cómo se toman fotografías o video con un teléfono celular.
Pero…siempre hay un pero. Perviven en mi mente muchas dudas sobre su existencia extraterrenal, galáctica. Hace años, tal vez siglos, que estas naves son vistas por los terrícolas y sus tripulaciones no se presentan como Dios manda. Cualquiera que llegue a nuevas tierras, por las buenas o las malas, se identifica con los nativos. Así sucedió con los hispanos al llegar a lo que creían eran las Indias, los peregrinos frente a Pocahontas y los corsarios en las Islas Fiji o Hawái. Hasta este momento, los marcianos, nombre genérico para cualquiera que viva o habite fuera de nuestro planeta, no ha dicho esta boca es mía. Seguiré siendo un escéptico y esperaré a ver alien’s personalmente y en persona.
Mientras yo no tenga un contacto personal, directo, con esos entes interplanetarios o intergaláticos, pensaré que los seres humanos estamos solos en el Universo y que únicamente me quedará el consuelo de que Dios probablemente existe.