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MÉXICO, DF, a 2 de abril de 2015.- Más allá de la conocida historia bíblica con más de 2 mil años de antigüedad, lo que llamó la poderosamente la atención en los actos de: La Última Cena y el Lavatorio, en el marco de la 172 Representación de la Semana Santa de Iztapalapa, fue su enorme calidad de producción.
Dos mega sets, en los que de forma simultánea, los organizadores daban muestra de dos pasajes bíblicos distintos: el Consejo que decide dar muerte a Jesús de Nazaret, y la Última Cena, del Hijo de Dios con sus apóstoles.
La particularidad de ambos escenarios es que en cuestión de minutos pueden pasar de un palacio hebreo a uno romano y del cenáculo a la casa de Herodes.
Además de una megapantalla que permitió a los miles de espectadores concentrados en la explanada principal de la delegación Iztapalapa observar las escenas bíblicas, la iluminación era tan vasta como la de cualquier partido de futbol americano en un estadio por la noche.
Gracias a la espectacularidad de los escenarios que ha logrado la Representación de la Pasión de Cristo, en 2011, por ejemplo, su escenografía logró ser representativo de México en la Cuadrienal de Teatro de Praga en la República Checa.