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MÉXICO, DF., 3 de septiembre de 2014.- “La manera más duradera y resistente de tener una política de seguridad es apostar por la educación y por los libros”, sostuvo el escritor Juan Villoro, quien aseguró que “recuperar el tejido social en un país quebrado por la violencia pasa por la difusión de los libros”.
Al participar en la ceremonia de inauguración del festival El libro y sus lectores, en conmemoración del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica (FCE), el también periodista afirmó que el efecto de la lectura “es algo que rebasa por mucho el hecho íntimo de leer un libro… Durante la equivocada guerra contra el narcotráfico del presidente Felipe Calderón, uno de los grandes déficits fue el de pretender que un problema social se resolviera exclusivamente en clave militar. Toda bala es, finalmente, una bala perdida”.
Al referirse al papel de la educación en contextos de violencia, destacó la importancia del proyecto cultural de Apatzingán, encabezado por el FCE, “el cual es un intento de recuperar el tejido social a partir de la discusión y la convivencia que nos dan los libros y sobre todo de la generación de valores que fomentan”.
Ante un auditorio repleto de personajes de la vida cultural y académica del país –en la casa matriz de la editorial, al sur de la ciudad-, Villoro apuntó que el FCE es un empeño de Estado: “No puede serlo de gobierno, mucho menos, de partido. Una sociedad es más perfecta mientras más se puede decir que es imperfecta. Creo que el Fondo ha contribuido y debe seguir contribuyendo a la tarea de mostrar nuestras múltiples imperfecciones y de ejercer de manera radical la crítica intelectual”.
Respecto de las colecciones infantil y juvenil de la editorial consideró que son fábricas de lectores: “Ahí se edita la esperanza. El tamaño, la dimensión, la calidad del país que podemos tener depende de quienes están leyendo hoy esos libros. No es tarea menor la de la literatura infantil”, advirtió.
El ensayista resaltó también el carácter plural y crítico del catálogo del FCE, así como su distancia de vaivenes comerciales.
“El FCE se ha propuesto de manera generosa mantener vivo un catálogo que no depende de las veleidades, de las modas, de las presiones publicitarias, de la Bolsa de Valores de los premios. En ese sentido, se trata de la forma más resistente de la cultura, de la letra entre nosotros”, subrayó.