Arrecia el frío en CDMX; activan alertas en 5 alcaldías para este lunes
MÉXICO, DF, 5 de enero de 2015.- La llegada de los Reyes Magos ya es esperada por miles de niños capitalinos que acuden al Edificio de Correos para depositar en el buzón especial su carta de peticiones para los regalos que recibirán la mañana del 6 de enero.
Acompañados por sus papás, abuelos o hermanos mayores, los menores se forman y uno a uno dejan sus respectivos sobres, donde piden cual cantidad de juguetes y ropa, sin embargo algunos piden otro tipo de obsequios.
Agustín tiene 11 años y cursa el quinto año de primaria, cree en los Reyes Magos desde que tiene uso de razón, pero desde hace dos años su mamá padece cáncer en la sangre, su recuperación es lenta y se le diagnóstica un tiempo de vida de por lo menos cinco años más.
“Mi mamita está bien enferma, la veo más flaquita y cada vez duerme más, ya no tiene ganas de hacer muchas cosas, con decirte que ya no tiene pelo, tose mucho y está casi todo el día acostada porque le duele lo que le hacen para curarla.
“No me gusta verla así y por eso le pediré a los Reyes que por favor le ayuden a mi mamita, que le traigan una medicina que le ayude para su estado de ánimo, quiero que otra vez vaya por mi a la escuela, extraño mucho como era antes”, dijo el pequeño.
Tomado de la mano de su abuela, “El Chapulín”, como le apodan en su familia por ser bajo de estatura, llevó un sobre amarillo de tamaño carta y con el nombre de medicinas que necesita su madre para la quimioterapia.
También depositó un par de fotografías, una de su madre y otra de su familia completa, pero sin su papá, al cual no conoce desde que nació.
“Mi papá es mi abuelito, él se encargado de todo y de todos, no faltará nada con él, el señor que me cuenta mi mamá ni siquiera lo conozco, pero la verdad no me interesa saber quién es o a qué se dedica, mejor con mi mamita, ella sabe lo que me gusta”, comentó.
Al salir del Edificio de Correos, Agustín lleva un globo rojo y con una carta amarrada en el hilo, se despide y esboza una gran sonrisa para retirarse con un “el próximo año aquí te veo y te platico que mi mama se pondrá mejor”.