Persiste ánimo de inversión en México y Estados Unidos: Intercam Banco
MÉXICO, DF., 1 de agosto de 2015.- Ante la fluctuación de la paridad cambiaria del peso frente al dólar, las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) corren graves riesgos financieros al elevarse sus costos de producción.
Con ello, este sector empresarial resiente una doble afectación económica en la importación de productos y servicios en moneda norteamericana, vendiéndolos en pesos a un precio menor en el mercado nacional y provocando una disminución en su poder adquisitivo.
La secretaria de la Comisión de Desarrollo Municipal, Leslie Pantoja Hernández, demandó a las secretarías de Hacienda y de Economía a diseñar una estrategia extraordinaria para apoyar a las Mipymes para atender la coyuntura cambiaria y proteger las fuentes de empleo que generan en el país.
La legisladora panista presentó ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión un punto de acuerdo para urgir a los titulares de Hacienda y de Economía para que, en el ámbito de sus atribuciones, apoyen a las micro, pequeñas y medianas empresas nacionales, las cuales se han visto obligadas a adquirir, en dólares, insumos, herramientas, bienes y servicios, para subsistir.
“La diferencia entre el valor del peso y del dólar ha dado como resultado el incremento en el costo de la mercancía, situación que afecta directamente tanto a las empresas como a los consumidores”, arguyó la diputada del PAN.
En ese sentido, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) indicó que la volatilidad del precio del dólar beneficia únicamente a los sectores empresariales que cotizan sus costos en esa moneda, como el automotriz.
Frente al encarecimiento del dólar, Pantoja Hernández explicó que éste golpeará los precios de algunos productos de la canasta familiar, por lo cual la afectación se dará a los bolsillos de las familias.
De acuerdo a la calificadora de riesgo crediticio Moody’s Investors Service alertó, desde hace dos meses, las pequeñas y medianas empresas en México son las más susceptibles de sufrir deterioros financieros ante el aumento de la volatilidad monetaria global; este segmento tiene menor flexibilidad para ajustar sus estrategias de negocios en un entorno difícil.