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MÉXICO, DF, 11 de septiembre de 2014.- La Leucemia Mieloide Crónica (LMC) es una enfermedad silenciosa que puede afectar a las personas durante años (de cinco a diez) antes de ser diagnosticadas y tratadas adecuadamente.
En México, se estima que más de 5 mil personas la padecen y cada año el Instituto Nacional de Cancerología de la Secretaría de Salud (Ssa) recibe unos 30 nuevos casos, informó la jefa del departamento de Hematología de dicho centro médico, la doctora Silvia Rivas Vera.
En el contexto de la conmemoración, el próximo 22 de septiembre, del Día Mundial de la Leucemia, la especialista informó en un encuentro con la prensa que gracias a las nuevas terapias de inhibición -en este caso de la enzima clave que detona la enfermedad- los pacientes pueden tener la misma expectativa de vida de una persona sana.
La LMC es un tipo de cáncer que inicia en las células de la médula ósea e invade la sangre. Afecta en mayor proporción a varones y aunque suele presentarse a partir de los 65 años, se ha detectado que en México afecta a la población hasta diez años más joven, es decir, alrededor de los 55 años de edad.
La especialista explicó que este tipo de leucemia puede avanzar silenciosamente durante años pues entre 20 y 40 por ciento de los pacientes son asintomáticos, por lo que el hallazgo de la enfermedad generalmente es casual, “cuando se hacen un chequeo de rutina o cuando al querer donar sangre, les hacen estudios y resulta que tienen la enfermedad”.
Entre los síntomas derivados de este padecimiento se encuentran la fatiga, pérdida de peso, anorexia, distensión abdominal, dolores de cabeza y crecimiento del bazo.
“El médico debe examinar cuidadosamente al paciente con estos síntomas y poner especial énfasis en la elevación exagerada de glóbulos blancos, incluyendo pruebas de sangre para referirlo con el especialista, en este caso, un hematólogo”.
También es recomendable realizar una biopsia de médula ósea y una prueba citogenética para determinar la presencia del llamado cromosoma Filadelfia, presente en 90 por ciento de los pacientes con esa enfermedad.
Otro tratamiento es el trasplante de células hematopoyéticas, pero es “riesgoso, costoso y limitado a un donador compatible”.
La experta señaló que con una biometría hemática es posible detectar si hay una cantidad inusual de glóbulos blancos y que, en caso de ser así y presentar síntomas, lo mejor es acudir con un especialista.