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MÉXICO, DF, 28 de septiembre de 2014.- Estudiantes rurales normalistas, uno de ellos matriculado en la Escuela “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, arribaron a la ciudad de México para pedir a las autoridades “que ya pare” la represión y la violencia que padecen y que, entre la noche del viernes y las primeras horas del sábado en Iguala, dejó tres normalistas muertos y cuatro civiles también asesinados (entre ellos tres jugadores de futbol y una señora), destaca la red de Noticias MVS la mañana de este domingo.
Los jóvenes demandan la aparición con vida de un número indeterminado de desaparecidos y detenidos, la investigación inmediata del ataque y los asesinatos, castigo a los responsables y la reparación del daño.
La persecución y el hostigamiento en Guerrero y otros estados “es grave y fuerte, al grado que ya nos arremeten con armas, a balazos,” reclamaron los jóvenes. “Jamás nos esperamos un ataque así… vamos a valorar cómo vamos a participar en la marcha del dos de octubre, pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante la criminalización y el ataque con armas… la muerte ya está presente y queremos evitar más caídos y más compañeros presos. Los compañeros presos son torturados por haber estado boteando, una actividad tranquila, totalmente pacífica”, dijeron ante la prensa los normalistas rurales que precisaron que, de diciembre del 2011 a la fecha, «ya van cinco compañeros muertos, y vemos un ataque directo por parte de las fuerzas de gobierno y sus policías en contra los normalistas».
Al reconocer la confusión y el temor de las últimas horas entre los normalistas rurales de Ayotzinapa –escuela que por el momento es protegida en los alrededores por policías comunitarios de Ixtla–, los muchachos destacaron que sus compañeros “están dispersos; todos tenemos el temor a morir».
Pese a la investigación y recomendaciones tras los hechos de diciembre de 2011 cuando fueron asesinados dos jóvenes, los estudiantes dijeron que “como normalistas, no hemos notado ningún cambio; antes, la represión era porque hacíamos una manifestación, ahora, es simplemente por botear” para recabar víveres y recursos que permitieran viajar a los normalistas para participar en la marcha conmemorativa del dos de octubre en el Distrito Federal, indicaron.
Tras escuchar a los futuros maestros durante su relato, Enrique Enríquez, secretario general del magisterio disidente del Distrito Federal, comentó que los hechos “no fueron resultado de un enfrentamiento, porque ninguno de los normalistas iba armado”; además, “los jóvenes llevaban varias horas haciendo boteo” en Iguala. Sobre la presencia de maestros guerrerenses en algún momento de la refriega, como se ha manejado en algunos medios informativos, el magisterio disidente señaló que será hasta que concluya su asamblea de este domingo en Yucatán cuando emitan un pronunciamiento.