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Reabre Fernando Mercado el cine Víctor Manuel Mendoza; será gratuito
I de II
MÉXICO, 22 de mayo de 2015.- Andrés Manuel López Obrador y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) traicionaron a la izquierda en México, acusa Polimnia Romana Sierra Bárcena, ex jefa del cuerpo de seguridad conocido como Las Gacelas, que protegía a López Obrador cuando fue jefe de gobierno capitalino.
Ella es quien en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) fue parte de la bancada perredista, hasta que a finales de marzo de este 2015 renunció al PRD para aceptar la candidatura a jefa delegacional de Álvaro Obregón por la coalición entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM), lo que le valió una andanada de críticas en redes sociales.
En entrevista para Quadratín, la asambleísta explica las razones para no seguir al tabasqueño en su nuevo partido, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y abandonar las filas perredistas, situación en la que le precedieron actores políticos de la talla de Cuauhtémoc Cárdenas y Marcelo Ebrard y legisladores locales como son los casos de Esthela Damián, Ernestina Godoy y Vidal Llerenas.
“Hablando del PRD, incluso de Andrés Manuel y de Morena, antes gobierno legítimo estas personas y partidos traicionaron a la izquierda. Hablando específicamente de Andrés Manuel él dejó de construir y hoy lo que está buscando es la destrucción de un enemigo, llámese Enrique Peña Nieto, sistema o mafia del poder. No ha propuesto nada en años, siendo que él tiene libros enteros de propuestas. Se ha dedicado a destruir. Cuando un partido o persona deja de lado el aporte y busca destrucción del otro pierde el sentido de la lucha”, dice sobre quien fuera dos veces candidato presidencial del PRD.
“Igual pasa con el PRD, aunque levanta la bandera de la no privatización en el DF ha privatizado el sistema de aguas, hay cuatro empresas no mexicanas que manejan los medidores y la red hidráulica, en las delegaciones vemos albercas, deportivos y centros comunitarios privatizados. Incluso estos parques de bolsillo están completamente enrejados y se abre y se cierra a razón de una líder o de un grupo de vecinos de preferencia de la delegación”, dice sobre su ex partido.
Ve tan descompuesto al PRD que prevé salga disminuido en las elecciones del 7 de junio. Según ella, el partido vive un proceso de destrucción, y el responsable tiene nombre y apellido: es el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, quien es “el verdadero jefe de gobierno”, en lugar de Miguel Ángel Mancera.
“No creo que sea la mano que mece la cuna: Él ha sido el jefe de gobierno de facto desde hace tres años. El jefe de Gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, se dedica a hacer inauguraciones, a hacer a veces política social, a mi parecer no bien dirigida. Quien maneja las riendas políticas y partidistas de la ciudad es Serrano. No creo que se esté apoderando del PRD, lo está destruyendo. En su afán de ganar territorio está destruyendo a quien alguna vez lo puso en ese lugar”.
SU REFERENCIA ES COLOSIO
Entrevistada en la casa de campaña desde la que busca ganar la jefatura delegacional para la alianza PRI-PVEM, en la avenida Tamaulipas, la diputada local es cuestionada sobre su viraje hacia dos partidos cuestionados ante la opinión pública, el primero por su ex dirigente capitalino Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, acusado de trata de personas, y el segundo por su incesante promoción de spots que le ha valido multas millonarias de parte del Instituto Nacional Electoral (INE).
Su referente, aclara, no es Gutiérrez de la Torre, sino el ex candidato priísta a la presidencia de la República, asesinado en marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio.
“Si para unas personas el referente es Cuauhtémoc Gutiérrez para mí es referente Colosio o el presidente [Plutarco Elías] Calles. Incluso quien hoy es una bandera del PRD fue priista, Lázaro Cárdenas”, recuerda y expresa su gratitud por ambos partidos que le abrieron sus puertas.
“Lo que veo en el PRI y en el PVEM es una apertura a nueva ideas, caras frescas y proyectos. Mi proyecto y mis convicciones son de izquierda y así me eligieron en el PRI y me arropan en el Verde. Por eso que estoy acá, no por el PRI de Gutiérrez o de cualquier otro personaje capitalino. Estoy en el PRI que fue quien alguna vez construyó esta ciudad, con 11 líneas del metro, presas hidroeléctricas monumentales y que tiene para cambiar al país que regresar a sus orígenes”.
En la asamblea la ex perredista fue una constante activista contra la trata de personas. Qué opina del caso Gutiérrez de la Torre. Responde que ya debería haber una definición del procurador general de justicia del DF, Rodolfo Ríos, pues al no haberla crece la especulación.
“Me gustaría que la procuraduría dejara de empolvar ese expediente y resolviera ya porque a todos nos ha sembrado la duda de qué pasó. Primero estaban muy fuertes las denuncias y después lo dejaron ir. Me parece que hay algo ahí que no tiene que ver con Cuauhtémoc, tiene que ver con Rodolfo Ríos, el procurador que no quiere decir ni para un lado ni otro, el problema ya creció, dejó de ser de Cuauhtémoc para convertirse en lo que siempre ha sido la procuraduría, una institución de omisión”, critica.
CLASES DE POLÍTICA
Distanciada de López Obrador, Sierra Bárcena aún conserva el recuerdo del grupo de Las Gacelas –cuyo nombre fue hechura de los medios de comunicación– a las que encabezó.
“Me parece que era muy apropiado, era un grupo de cinco o seis, una se embarazó y salió, su niño está muy bonito. Todas las demás se dedicaban a proteger a Andrés Manuel en los eventos que tenía fuera de su oficina. Yo las coordinaba”, rememora.
Reconoce que haber estado con el tabasqueño, uno de los hombres más polémicos de México, equivalió a un curso intensivo de política.
“Estuvimos cuando fueron los videoescándalos, cuando todos los días el jefe de Gobierno estaba en primera plana de los diarios. Aprendí muchísima política en un curso intensivo. Lo que muchos se llevan toda la vida en aprender yo tuve que aprenderlo en muy pocos años, vivimos lo del plantón [sobre Reforma, posterior a las elecciones presidenciales de 2006] que fue política muy dura. A Andrés Manuel le guardo respeto. Creí en sus ideas, que eran retomadas de otros personajes como Benito Juárez, incuso él mencionaba a Colosio o a [Dwight] Eisenhower, lo nombraba y citaba.
“Es lo que me quedo de Andrés Manuel. No me quedo de él ni su resentimiento ni su enojo y mucho menos su descalificación, cuando él tenía la capacidad de proponer ante la adversidad hoy lo que quiere no es proponer sino destruir. El odio es de los sentimientos básicos que más unen a la gente y no debería ser así en el movimiento de Andrés; debería estar unido por cariño, por propuestas por un país mejor y no por odiar al adversario, ahí es cuando dejo de creer en él y en su proyecto”, reitera.
LA DESTRUCCIÓN DEL PRD
La crisis que atraviesa el PRD inició hace tres años, considera Polimnia Romana, cuando el partido se alejó de los principios de izquierda y acogió a personajes cuestionables.
“El PRD no sólo traicionó a la izquierda, dejó de ser izquierda hace algunos años y desde hace tres que escogió a sus candidatos, a Leonel Luna o a Jesús Valencia [ex delegado de Álvaro Obregón y de Iztapalapa, respectivamente], con esta mafia de inmobiliarios, transportistas, líderes de mercados pero además mercenarios de la política, ahí fue cuando el PRD firmó su caída y ahí lo está viendo en las encuestas”, señala.
Cuestionada sobre por qué tardó tiempo en darse cuenta de dicha situación, responde que más bien pensaba que el partido tenía solución, pero su esperanza se esfumó luego de la elección de consejeros estatales de septiembre de 2014, cuando la corriente de Nueva izquierda, encabezada por los Chuchos, Jesús Zambrano y Jesús Ortega se alió con la de Vanguardia Progresista, del poderoso secretario de gobierno capitalino, Héctor Serrano. En su opinión, tanto los Chuchos como Serrano arrollaron al actual dirigente Carlos Navarrete y se repartieron las candidaturas en el Distrito Federal.
“Él a pesar de ser el presidente del partido ni siquiera tuvo derecho de opinión o voto en aquel consejo donde se decidieron las candidaturas en el DF. Se lo brincaron, lo hicieron de lado y a pesar de todo eso lo hacen responsable por casas como el de Abarca, que fue decisión de Zambrano y no de Navarrete, sin embargo él está pagando los platos rotos”.
En ese momento fue cuando comenzó a avizorar su salida del partido.