Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF, 16 de diciembre de 2015.- A la altura de Octavio Paz, Carlos Fuentes y Diego Rivera, se pensó el actor Ignacio López Tarso, de 90 años edad, al saberse ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015, en la disciplina de las Bellas Artes, junto con Enrique Carbajal y Fernando López Carmona.
Todo ese “importante gentío” que en 70 años ha recibido el máximo reconocimiento que otorga el Gobierno de la República a mexicanos por nacimiento o naturalización, cuya trayectoria singular y aportaciones a la ciencia, el arte y la tecnología son ejemplo que engrandece nuestra identidad nacional.
El primer actor mexicano de teatro, cine y televisión no le falló a la formalidad en su vestimenta para asistir a una ceremonia de tal nivel para recibir este galardón. Pasado el mediodía arribó al Palacio Nacional, donde se llevaría a cabo el acto en el Patio de Honor.
De elegante traje negro, camisa blanca y corbata gris, Ignacio López Tarso llegó acompañado de su hija Susana López Aranda.
Sonriente, concedió entrevista a los medios de comunicación que esperaban el acceso a la sede del Poder Ejecutivo Federal.
“Para estar a la altura de todo ese gentío que ha recibido en 70 años este Premio Nacional de Ciencias y Artes, que me lo den a mí, por primera vez a un actor, es un gran honor”, expresó con entusiasmo al primer cuestionamiento.
– ¿Pero la actuación también es un arte?
– A veces, el Teatro no es un arte por sí mismo, llega a ser un arte cuando el actor y el espectador se comunican espiritual e intelectualmente y se crea una complicidad hermosísima, entonces puede ser un arte, pero en sí mismo no.
De la aprobada iniciativa presidencial en el Congreso de la Unión para crear la Secretaría de Cultura, el primer actor confía que sea una medida importante y benéfica para esta materia en el país, pero además generar cultura, no sólo administrar espectáculos y eventos.
“¿Cómo se llama Tovar y de Teresa?”, preguntó a su hija Susana.
“Rafael, padre”, le refrescó la memoria.
– ¿Le gustaría que fuera él?
– Yo creo que debe ser él.
Convencido, López Tarso quiere que el primer secretario de Cultura sea Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el órgano rector de la política cultural del país, el cual adquirió un estatus de Secretaría de Estado.
De su trayectoria, 66 años como actor y 70 años que tiene el Premio Nacional de Ciencias y Artes, enalteció el estímulo instituido por el Estado para enaltecer las mejores expresiones de los mexicanos de excepción, de gran importancia para la cultura y la ciencia, así como para el desarrollo nacional.
– ¿Qué papel le falta representar en el teatro?
– Muchísimos. Me faltan representar muchísimos personaje de los griegos he hecho cuatro, me faltan 300 y pico. De Shakespeare he hecho cuatro o cinco, me falta mucho por hacer, respondió para despejar cualquier duda o especulación que exista sobre su estado de salud.
“Tengo tiempo, porque cada día es un día menos y uno más en mi vida”, recalcó a sus 90 años de edad para dejar en claro que todavía hay actor para rato.
“El próximo año haré a Pablo Picasso, el gran pintor español, me fascina su pintura y su talento. El Guernica, que es una pintura genial, sobre eso habla la obra de teatro que haré el año próximo”, adelantó el actor sobre la puesta en escena que será dirigida por el director Salvador Garcini.
Desde que empezó a actuar, Ignacio López Tarso deseaba durar tanto en esta carrera y afirmó a los reporteros: “Se ha cumplido gran parte de ese deseo”.