Abanico
La Sociedad del Conocimiento (ONU, 2005), suena como una entelequia inalcanzable. Tanto, como los conceptos de Libertad, Igualdad, Honestidad… ¿Cómo hacer para trenzar en la sociedad real este concepto tan elevado? Cierto es que TODOS dependemos de la información y del conocimiento. Eso parece claro… Sin embargo ¿Es posible? ¿Puede ser un hecho?
La banda con mucho conocimiento
Y es que –en este mundo globalizado- muchos asuntos son disparejos. También, los relativos al Conocimiento. Por ejemplo: sabemos que la Ciencia Básica es capaz de especular sobre la existencia de universos paralelos, de medir el universo entero y de conocer con detalle su composición, de generar nuevos materiales –como el grafeno- que luego se convierten en pilas para automóviles eléctricos con durabilidad de más de mil kilómetros (justo, el auto eléctrico no fue asumido para su producción, por tener pilas de escasa durabilidad, cuestión que llevó a los desarrolladores a asumir a la gasolina y a los motores que funcionan con ella para la producción y luego la masificación de los automóviles en los albores del siglo pasado; con los altos costos ambientales que hoy conocemos…). Lo sabemos. Hay evidencias.
El ser humano, por ejemplo, ya hace modelos que materializará dentro de poco tiempo para el elevador que llevará a astronautas y millonarios a la Estación Espacial Internacional. Con los avances de la CTI, el mundo se encuentra en un punto paradigmático, que nos llevará a destinos previsibles, aunque parezcan extraídos de la ciencia y ficción. Si consideramos que los científicos son capaces de teletransportar moléculas… al rato será posible que algunos se conviertan en un Doctor Who, y que vayan y vengan por el tiempo y el espacio. La Tercera Revolución Industrial ya está aquí… y México debe asumir la responsabilidad de montarse en ella.
La banda con menos conocimiento
A la vez, México cuenta con unos 60 millones de habitantes lejanos de los estados de Bienestar y considerados como pobres, por vivir con condiciones características que los ubican en esa medida mundial. ¿Cómo acercar el Conocimiento a esos grupos?, ¿cómo podrían ellos apropiarse de él para mejorar sus vidas? El mundo del conocimiento es enorme… ¿Qué elegir de él? ¿Cómo lograr que lo consideren valioso?
Por ejemplo: en México, existe a la vez hambre… y merma en toda la cadena de producción de alimentos. Éstos se pierden al cosecharlos y sufren menoscabos en todo su trayecto, hasta el consumidor final. Los estudios intersecretariales, muestran datos duros y precisos al respecto, en trabajos investigativos realizados para sostener la Cruzada Nacional del Hambre (SEDESOL, Comisión Intersecretarial para Instrumentar la CNH).
Una de las formas más interesantes y eficaces para acercar conocimientos útiles y transformadores de las vidas y de los entornos, con el fin de lograr el aprecio por el conocimiento y la mejora concreta de las vidas de las personas, con escasas dependencias respecto de instituciones y grupos de poder, es sensibilizar a las personas respecto de su propio bienestar y el de los que aman. El conocimiento se convierte en significativo. Y, así, resulta más sencillo que se lo apropien, que lo consideren suyo, valioso y que lo atesoren.
Apreciación, gusto, pasión
Sería imposible pensar que puedan apreciar el hecho de que el ser humano haga prospección en Marte, o que sea posible interconectar a 5 mil millones de humanos en las red mundial porque todo eso les parece irrelevante, lejano, abstracto, poco apetecible y les produce inquietud, miedo, angustia (incluso, porque en su sitio y en su situación, ya se dieron cuenta de los costos que apareja la CTI: no les deja nada palpable a ellos en términos de bienestar… y en cambio, los entornos naturales y sociales sí pueden resultar dañados, según encuesta INEGI-CONACYT, 2011-2012).
Por ello, una consideración que suena a sentido común puro, es trabajar con el aprecio hacia el conocimiento por parte de estos grupos, que iniciará cuando puedan probar que la CTI es una herramienta real y a la mano para resolver problemas, para solucionar la vida, para tomar opciones constructivas y vivir mejor. En general, a ellos, esta abstracción jamás les ha resultado lejana, esa, la que promete “mejoras de vida”. Y en muchas ocasiones, ellos dejaron de creer las promesas falsas de bienestar, a través de las décadas de visitas electorales que se convierten en polvo, en nada.
Vida cotidiana y autosustentabilidad
Para personas con vulnerabilidad económica, educativa y social, quizá resultara útil –como sucede con el resto de la humanidad- saber que la CTI está en todo lo que hacemos y que, en realidad, todo lo que nos rodea está sujeto a un mejor y más profundo conocimiento. Iniciar con asuntos de empoderamiento para la sobrevivencia: ES POSIBLE –y real- cambiar y mejorar, contar con mayor bienestar, salud. Es posible iniciar un camino de empoderamiento, con la base de la autosuficiencia alimentaria y es posible construir métodos simples para evitar merma. Los huertos familiares son, por ejemplo, una gran opción.
Será imprescindible el uso de métodos de educación informal y no formal constructivos, respetuosos y sensibles, acordados según sus propios intereses y necesidades. Y de este modo, sería posible construir puentes para que ellos utilicen la CTI todos los días –la que a ellos les resulta imprescindible- y así aprecien y se abran hacia el conocimiento.
Ciencias de la Vida, Funcionamiento del organismo humano, tecnologías simples y valiosas de alimentos, de cuidado y recuperación de agua, son algunas propuestas de comunicación de la ciencia básica y aplicada, que pueden ser factibles y útiles para este tipo de grupos. La comunicación de la ciencia cuenta con la ventaja de ser inter y multidisciplinaria, lo que implica que varios especialistas –psicólogos, sociólogos, científicos y comunicólogos- analicen y elijan estrategias diversas para hacer llegar mensajes, a través de técnicas de meta-lenguaje (lenguajes diversos coherentes y con un fin muy específico y claro). Lo más inmediato y aplicable para mejorar sus vidas. Quizá, esta sería un camino para entramar, para trenzar la compleja Sociedad del Conocimiento… que ¡ya está aquí y lo único que hará será crecer!
Y ¿qué conmigo?
¿Accedes a suelos? Los suelos albergan todo lo que crece –y te comes- en nuestro planeta. Por eso ¡son importantísimos! Y, para mantenerlos, es necesario plantar con un método. Existen muchas ofertas y métodos en Internet. Y, cuando vas a instituciones como CECADESU (la porción educativa de la Semarnat, a un costado de los Viveros de Coyoacán, en la Ciudad de México), puedes obtener cursos muy baratos, gratuitos y, además, instrumentos: nada como tener un grupo con intereses comunes.
¿No accedes a suelos? ¡Lo primero, es iniciar con lumbricomposta! Crear suelos –con base en desperdicios orgánicos –no cárnicos- y lixiviados (cuando riegas tu lumbricomposta, el agua pasa por lo orgánico en descomposición y resulta un jugo con nutrientes con el que es posible regar plantas cada dos meses: crecen preciosas). Obtienes una cubeta de tierra cada tres meses de un solo huacal con un puñito de lombrices, para iniciar. Y la pones en tu maceta: tierra negra, fresca, aromática, rica.
Al obtener más tierra, puedes sembrar hierbas de olor y medicinales. Si cuentas con espacio, si tu espacio soporta peso y tiene unas tres horas de sol al día (en caso de que vivas en departamento), puedes sembrar jitomate y rábanos, por ejemplo, que resultan una buena sombra para plantas más pequeñas.
Y si eres un activista empedernido y ya puedes llamarte autosustentable, puedes agregarte a grupos que visitan y muestran estas técnicas –con intercambio de saberes- a quienes viven en situación de vulnerabilidad.
Para saber más…
García, Martha Elena y Guillermo Bermúdez. Alimentos sustentables a la carta. De la Tierra a la mesa. (2014). Conabio-Calmil. (Págs. 191-229).
Vázquez Nava, Limbania. Aportes de la educación constructivista en el fortalecimiento de capacidades locales en la cuenca alta y media del Grijalva. El Colegio de la Frontera Sur. 39 págs. Disponible en la red mundial y consultado en diciembre del 2014, en:
http://cuencagrijalva.ecosur.mx/cuenca_grijalva/files/informe_Final/sp03_archivos/03_0733_cap_31_aportes_educacion_constructivista.pdf
Pineda, M. Desafíos actuales de la Sociedad del Conocimiento para la inclusión digital en América Latina. (2009). Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social “Disertaciones” 2 (1). Artículo consultado en la red mundial en diciembre del 2014, en:
http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones/article/view/48/56
Huertos y granjas familiares. FAO. Consultado en la red mundial en diciembre del 2014, en: http://www.fao.org/docrep/v5290S/v5290s27.htm