Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF, 2 de marzo de 2015.- El cineasta Luis Mandoki recordó la pasión por el séptimo arte que tenía el escritor Carlos Fuentes (1928-2012), uno de los principales exponentes de la narrativa mexicana del siglo XX, al señalar que “para él, el cine siempre fue un asunto personal”, informa la agencia de noticias del Estado mexicano.
En la presentación de Pantallas de plata, del escritor mexicano, Mandoki destacó que el libro lleva al lector por un recorrido histórico desde los inicios del cine mudo hasta el que se hace hoy en día alrededor del mundo. Sin embargo, se trata de un paseo personal”, aseveró el realizador.
Durante el acto final de la XXXVI Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería (FILPM), Mandoki recordó que a Carlos Fuentes, como a su padre, le gustaba calificar las películas que veía.
“Una, dos o tres estrellas, reprobada; tres, pasó; cuatro, vale la pena verla, y cinco, excelente”, añadió al recordar la escala de calificación.
Para director, Fuentes no fue cualquier espectador.
“Como cineasta, ya quisiera yo espectadores como él, o como Carlos Monsiváis, que exigen lo mejor y buscan en cada cinta una razón para alimentar su pasión por el séptimo arte”. En este libro, sin embargo, “Carlos Fuentes nos cuenta su historia personal y su relación con el cine”, dijo.
En la mesa de presentación estuvo también el igualmente cineasta Ignacio Durán, quien además de comentar numerosas anécdotas vividas en el amplio mundo del cine, subrayó que “la verdadera pasión de Carlos Fuentes fue el cine”, y calificó a esta entrega póstuma como “un libro melancólico y de nostalgia”, por lo que el autor señala.
Silvia Lemus, escritora, periodista, publicista y pareja sentimental de Carlos Fuentes a lo largo de 40 años, presente en el acto, recordó por su parte que el libro está dedicado al padre del autor, a quien no tuvo la oportunidad de conocer.
“Carlos hubiera querido ser actor de cine, de carácter, el malo de la película, si no hubiera decidido ser escritor”, rememoró.
En el libro se advierte la historia de una relación personal con el cine. Carlos Fuentes cuenta cómo fueron sus primeros acercamientos a las salas cinematográficas, de la mano de su padre, su consecuente deslumbramiento ante las imágenes en movimiento en la pantalla de plata, y su incurable afición al cine, afición que tuvo el resto de su vida.
El autor tuvo oportunidad de ver películas en muchos países y de conocer a directores, actores y actrices, de escribir guiones y ver llevadas al celuloide obras que él escribió, de ser jurado en festivales e, incluso, de actuar. De todo ello deriva una experiencia que narra en primera persona. Sus preferencias, gustos y obsesiones, están en este libro.