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MORELIA, Mich., 3 de septiembre de 2014.-En relación al boletín emitido por la UNAM con declaraciones del Abogado General, Luis Raúl González Pérez y Carlos Carpizo, el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Enrique Carpizo Aguilar emitió un comunicado para puntualizar lo siguiente:
1.- Un acto de corrupción más del Abogado General de la UNAM, Luis Raúl González Pérez es utilizar los recursos de la UNAM, que son públicos, para dirimir una denuncia personal, lo que se demuestra por recurrir a la infraestructura institucional para obligarme a callar.
2.- En un acto violatorio a mi derecho a la privacidad de mis datos personales, el Abogado General, Raúl González Pérez, exhibe mi historial académico para echarme en cara supuestos “privilegios”. Es aberrante que el propio González afirme que he sido beneficiado, en cuyo caso, está siendo un reconocimiento de uso indebido de recursos públicos, lo que es constitutivo de responsabilidad administrativa y penal. Subrayo que no es verdad que haya hecho estancia en el extranjero con apoyo de la UNAM.
3.- Si no he cumplido los requisitos para mi ingreso y realización íntegra de mi doctorado: ¿Por qué se ha violado la ley? Esta es otra confesión de parte del Abogado General, Luis Raúl González Pérez.
4.- Si tengo cubículo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM es en virtud de que soy investigador visitante. ¿O entonces es otra confesión de parte del Abogado General que ilegalmente me hayan permitido usar instalaciones para mis investigaciones si no tuviera relación laboral alguna con la UNAM?
5.- El cambio de adscripción de la Facultad de Derecho al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el Abogado General, Luis Raúl González Pérez, lo presenta como una concesión graciosa del Rector José Narro y no como una opción prevista en la legislación universitaria, sobre la cual nadie me ha informado.
6.- El Abogado General, Luis Raúl González Pérez no exhibió documento alguno de su tesis doctoral cuyo proceso lleva varios años y es de llamar la atención que iniciara en la UNAM y ahora lo haga por “una universidad europea”.
A pregunta expresa de El Universal dijo que: “Rechazo categóricamente que haya plagiado la investigación de Enrique Carpizo Aguilar , sobrino del ex Rector Jorge Carpizo, al asegurar que le daría crédito en la tesis que elabora para obtener el grado de doctorado” (http://www.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2014/niega-abogado-de-la-unam-acusacion-de-plagio-1035016.html). Esto es claramente una confesión de parte que confirma el uso indebido de la investigación que realicé. Asimismo, el Abogado General afirma: “Por un principio elemental de ética profesional he tomado la determinación de no utilizar información alguna que hubiese sido proporcionada por el C. Carpizo Aguilar, ante la conducta reprobable y oportunista por él asumida”, según señala el boletín 509 de la UNAM , lo que confirma todavía más que había plagiado de mi trabajo académico.
7.- La respuesta a mi queja ante la CNDH es respondida por el Abogado General con adjetivos descalificativos y sin datos, con el único propósito de intimidarme y dar el mensaje de que si eso me pasa a mí que le podría pasar a cualquier universitario. Reitero mi disposición a no transigir en la violación de mis derechos humanos y de hacer uso de los medios legales que a mi juicio procedan para hacerlos valer.
8.- Si la CNDH atendió mi queja y dictó medidas cautelares, acción que le molesta al Abogado General, Luis Raúl González Pérez por actuar con “celeridad”, es porque se sabe del peligro que corro por haber solicitado aclaraciones y, por ende, cumplió con su deber en el marco de sus atribuciones y yo como quejoso aprecio que se actúe como establece la ley.
9.- De la carta del señor Carlos Carpizo, que es una suma de denuestos y agresiones verbales, no tengo más que hacer ver que la gente que me conoce sabe bien del aprecio y admiración que le tengo al Dr. Jorge Carpizo y comprendo que cuando sentimos que alguien ataca a nuestros seres queridos, las emociones supera la razón y, por ende, la cordura no siempre guía nuestras acciones. Quiero dejar claro que nunca he afirmado que el Dr. Carpizo fuera una mafia, sino que me cuidó de alejarme de mafias cercanas a él, pues tenía la experiencia de que muchos abusaron del poder y ahora vemos que no se equivocaba, ante casos como éste.
10.- No sólo no pararé en ejercer mis derechos de expresión y la defensa de mi demás derechos humanos, sino que me reservo el derecho de hacerlo con los medios que el derecho me brinda. Con esa respuesta visceral del Abogado General, se hace patente un ejercicio abusivo de la función pública.