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CIUDAD DE MÉXICO, 3 de abril de 2016.- El periodista Jorge Ramos afirma que le gustaría entrevistar a Enrique Peña Nieto, quien no le ha dado una entrevista como presidente de México, aunque sí le dio dos como gobernador del estado de México, ambas plasmadas en su más reciente obra, Sin miedo, lecciones de rebeldes y poderosos, editado por Grijalbo.
En entrevista con Quadratín, el conductor del Noticiero de Univisión transmitido en español en Estados Unidos desde hace 30 años, añade que también le gustaría entrevistar al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, para que explique por qué ha habido tantos reporteros asesinados en la entidad.
El nuevo libro de Ramos incluye entrevistas lo mismo con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; con la primera latina en llegar a la Corte Suprema de Justicia estadounidense, Sonia Sotomayor; con Fidel Castro cuando estaba al frente de Cuba; con el Premio Nobel de la Paz en 1984, Desmond Tutu; con el Subcomandante Marcos quién puso de cabeza al sistema político mexicano en 1994 cuando encabezó al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y con el creador de Microsoft, Bill Gates.
Ramos comparte que entre sus favoritas están la de Sotomayor y la de Desmond Tutu, pero también con representantes de los llamados Dreamers, estudiantes hijos de indocumentados que lucharon por quedarse en Estados Unidos para estudiar la universidad; de ellos aprendió a perder el miedo, dice el periodista.
ENTRE PRESIDENTES Y DICTADORES
El libro presenta dos entrevistas con Enrique Peña Nieto, una de las cuales, realizada en 2009, se viralizó luego de que Ramos le preguntó por la muerte de su anterior esposa, Mónica Pretelini, ocurrida en 2009. El entonces gobernador del estado de México no supo precisar la causa.
-Háblenos de Peña Nieto, ¿qué le falta explicar?
-Hay que preguntarle por qué no han dicho la verdad sobre los 43 desaparecidos de Ayotzinapa; por qué siguen protegiendo a altos funcionarios que permitieron la fuga de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán; por qué no permite que un organismo internacional de las Naciones Unidas investigue el caso de corrupción de la Casa Blanca en México.
-Habla en el libro de un dictador [así lo llama el autor], Fidel Castro de Cuba, ¿qué piensa de las nuevas relaciones entre el país isleño y Estados Unidos? ¿Prevé un cambio o seguirán los presos políticos?
-Cuba sigue siendo una dictadura, eso es lo principal y Raúl Castro sigue siendo un dictador. El presidente Barack Obama está usando una nueva teoría, él cree que el llamado ‘poder suave’, es decir: más visas, más viajes, más internet puede llevar a Cuba hacia la democracia, esa es la apuesta que está haciendo. No sabemos qué va a pasar en Cuba, todos estos cambios finalmente se van poder dar hasta dentro de algunos años, pero por ahora Cuba sigue siendo una dictadura muy represiva que sigue teniendo presos políticos.
-¿Quién de los rebeldes y poderosos le han impresionado más?
-Tengo algunos favoritos pero Sonia Sotomayor me parece increíble, cómo una niña con diabetes y de familia muy pobre se convirtió en la hispana más poderosa de Estados Unidos, eso me parece extraordinario y con la lección de ella de ‘nunca te dejes discriminar’.
“Luego quienes me llamaron mucho la atención son estos Dreamers, estos estudiantes que llegaron muy jóvenes a Estados Unidos indocumentados que me enseñaron la lección de que lo primero para cualquier cosa en la vida es perder el miedo y ellos perdieron el miedo y lograron grandes cambios para quedarse en este país. Por último Desmond Tutu, quien luchó con Nelson Mandela en Sudáfrica con una lección preciosa, que me dijo que al final de cuentas tienes que saber que vas a ganar y esa lección me parece maravillosa.
-Dice en el libro que nunca había visto en Estados Unidos tanto odio hacia los migrantes. ¿A qué se refiere?
-Siempre cuando hay problemas en un país los primeros en ser culpados son los inmigrantes, igual en Europa y en Estados Unidos y nos culpan de todos los males cuando la inmigración indocumentada lleva siete años con ser estable, que el número de indocumentados sigue en 11 millones.
-Cómo ve el tema de los medios de comunicación en Estados Unidos y México, ¿están siendo avasallados por las redes sociales, pierden credibilidad, se venden menos, son menos combativos, hay temas que no se mencionan?
-Desafortunadamente en México todavía hay censura directa de la Presidencia hacia los medios de comunicación. Hay presiones constantes para que lo medios digan lo que la oficina de Presidencia quiera que se diga. Ante la multiplicación de medios de comunicación y redes sociales el trabajo del periodista es más necesario que nunca, porque lo que nos diferencia a nosotros del montón de sitios que existen en internet es que la gente te crea. Si a ti como periodista la gente no te cree de nada sirve y por último es cierto hay una revolución tecnológica que está transformando completamente lo que comunicamos, yo ya no puedo competir contra Facebook o contra Twitter o Instagram.
“Si hay un accidente en Tijuana o terremoto en China o tsunami en Japón yo no puedo estar ahí, no puedo competir con una persona que tiene un celular ahí y la distribución de noticias cada vez es más de celulares o redes sociales que a través de medios tradicionales. Yo tengo un trabajo extra ahora, no solo tengo que transmitir mis programas a través de la televisión sino también a través de las redes sociales y si no hacemos eso también vamos a desaparecer.
-¿A qué rebeldes y poderosos se le antoja entrevistar?
-Al gobernador Javier Duarte preguntarle sobre la violencia e impunidad terrible que existe en su estado, sobre tantos periodistas que nos han asesinado; al presidente Peña Nieto, nunca me ha querido dar una entrevista desde que llegó a Los Pinos. A nivel internacional me encantaría hablar con Donald Trump que me prometió una entrevista y sería maravilloso poder entrevistar al primer Papa argentino [Jorge Bergoglio].
-¿Es usted rebelde y poderoso?
-Me siento sólo un periodista que hace preguntas, de ahí depende nuestra fuerza y poder, si las preguntas son buenas eres poderoso, si son malas eres muy muy débil -concluye.