
Activan Contingencia ambiental y Doble Hoy no circula
Ante la crisis humanitaria que representa el flujo migratorio actual, México debe impulsar acuerdos regionales y multilaterales, propuso el Programa Universitario de Derechos Humanos (PUDH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). "La indiferencia ante un problema tan grave también es un crimen", advirtió el coordinador del PUDH, Luis de la Barreda. El programa universitario elaboró una propuesta con base en el estudio realizado por Mauricio Farah Gebara, “Migración y derechos humanos”, quien en conferencia de prensa en la Casa de las Humanidades habló de la incapacidad gubernamental para comprender el fenómeno migratorio lo que ha derivado en una política de contención, persecución y expulsión que significa una “tragedia permanente”. Señaló que en la última década 400 migrantes mexicanos mueren en promedio cada año en su intento por llegar a Estados Unidos. "Si multiplicamos ese número por diez, sería como el resultado de una guerra de baja intensidad".
En su obstinación por blindar la frontera, dijo, Estados Unidos rompió la circularidad de la migración, “ahondó el sufrimiento de los migrantes, hizo más necesarios a los traficantes y encareció sus tarifas, propiciando así el interés de la delincuencia organizada por la migración.
“Hoy los migrantes están expuestos a mayores y más diversos riesgos que hace dos décadas y enfrentan no sólo rutas más inhóspitas e incluso mortales, sino a una delincuencia ávida de recursos a costa de los más vulnerables entre los vulnerables”.
El especialista en derechos humanos y migración denunció que el Estado mexicano tiene una gran responsabilidad en este drama “pues a fuerza de ceder el mando a la inercia y a la retórica durante muchos años, hoy enfrenta un complejo desafío”.
De ahí que el actual gobierno de la República tenga la oportunidad de “demostrar que en los nuevos tiempos hay cabida para los derechos humanos de los migrantes, que hay un compromiso por salvaguardar su integridad física y psicológica y que México es capaz de ver en el otro a un nuestro”. Recordó que en un informe presentado en 2009, se tenía evidencia del secuestro de 9 mil 758 migrantes cada semestre en el país, lo que da cuenta de las dimensiones trágicas del fenómeno.
Y añadió que resulta incomprensible el flujo migratorio sin la colusión de las autoridades y sin las causas locales (pobreza, inseguridad, violencia intrafamiliar) que la provocan.
Del estudio se derivan diez propuestas que hace el PUDH, entre ellas que México insista ante el gobierno de Estados Unidos en incluir el tema en la agenda bilateral como parte indivisible de la integración económica y social, crear una fiscalía del migrante con personal especializado en lamateria, crear un esquema al interior de la Conferencia Nacional de Gobernadores para que las autoridades locales establezcan los mecanismos que garanticen el respeto a los derechos humanos de la población migrante.
Además, fortalecer los lazos con las organizaciones de la sociedad civil e impulsar una política regional de cooperación para el desarrollo a finde reducir la necesidad de migrar, pues esta es la solución de fondo.