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MÉXICO, DF., 16 de octubre de 2015.- México requiere fomentar más la donación cadavérica de órganos que la donación en vida, expuso a Quadratín México el doctor Luis Eduardo Morales Buenrostro, presidente de la Sociedad Mexicana de Trasplantes.
De acuerdo con el experto en trasplantes, la donación de órganos cadavérica se da cuando hay muerte cerebral, pero el resto de los órganos aún funcionan y pueden donarse.
“Ese es el gran reto, pasar de 70 por ciento en donación en vida a pasar a 70 u 80 por ciento de donación cadavérica”, dijo Morales Buenrostro, en el marco del Congreso Latinoamericano y del Caribe de Trasplantes, celebrado en Cancún, Quintana Roo, del 13 al 17 de octubre.
Entrevistado vía telefónica, explicó que en una donación cadavérica los órganos a donar pueden ser varios.
“Casi todo: pulmón, corazón, hígado, riñones intestinos, hay quien trasplanta hasta úteros, huesos, piel, córnea; es increíble la cantidad de tejidos que se pueden utilizar y hay que tratar de aprovechar lo más que se pueda”, expresó.
Pero comparado con otros países, en México la donación cadavérica es reducida y no llega ni al 30 por ciento, en tanto que en Uruguay llega al 90 por ciento.
“Si bien el órgano sufre un poquito de daño antes de ponerse, por todas las horas que dura fuera mientras le hacen las pruebas y demás, no lastimas a un donador en vida, entonces de alguna manera es muy segura la cirugía”, indicó.
Enfatizó que la donación en vida es, además de la cirugía plástica, la única que se hace sin que el paciente esté enfermo.
“Lo que tú quieras, pero no deja de ser otra cirugía y es la única cirugía que se realiza en vida sin que el individuo tenga necesidad, es decir, el donador no necesita otra cirugía, es para otra persona. Es la única que se da en estas circunstancias fuera de las estéticas y es obvio que sería ideal que tomes donantes cadavéricos en lugar de vivos, en eso sí nos llevan años luz (otros países), España es el ejemplo típico, pero también Puerto Rico y otros países van muy avanzados en términos de su donación cadavérica”.
Explicó que México prácticamente está en las mismas condiciones que otros países en materia de tecnología para trasplantes o en manejo de los pacientes, tal como se vio en el Congreso, pero enfrenta algunos retos, como la desarticulación del sistema de salud o el acceso a inmunosupresores, y precisamente en eventos como el celebrado en Cancún buscan aprender sobre experiencias de otros países.
“Los congresos científicos como este tiene la finalidad de congregar a los especialistas que se dedican a una misma área de trasplante y compartir el conocimiento que cada uno ha generado en sus centros y con esto mantenerse actualizados.
“Siempre se invita a profesores extranjeros a que compartan su experiencia y se tocan temas de actualidad e interés para quienes no tenemos los adelantos científicos que se están presentando. Uno de los puntos principales del congreso es que hubo un foro de bioética el miércoles por la mañana, es un tema sensible en el tema de trasplantes y hay muchos aspectos éticos que cuidar”, remarcó.
Otro aspecto analizado fue cómo los órganos trasplantados son afectados por algunos eventos y cómo se puede combatir esto para que los también llamados injertos duren, ya que no son para toda la vida.
Agregó que un reto, que no sólo es para México, es que la capacidad de hacer trasplantes sigue sin ser la misma a la del número de pacientes que los requieren.
“El gran reto es que no haya ni un sólo enfermo que requiera un órgano sin acceso a él, ese es el reto de todos los países a nivel mundial, se han hecho esfuerzos y muchos cambios en México y se está tratando de mejorar esa parte”, concluyó Morales Buenrostro.