Capturas en Edomex, contra red de apoyo municipal a delincuencia: SSPC
MÉXICO, DF, 7 de noviembre de 2014.- La Premio Nobel de la Paz 1997, Jody Williams, consideró que México padece un conflicto de violencia permanentemente, pese a no vivir una guerra formal.
“México no está en una guerra formal, pero yo diría que tiene décadas de conflicto”, sentenció.
Tras precisar que ella vivió en territorio mexicano por primera vez en 1976, poco tiempo después dijo de haberse vivido el multihomicido de estudiantes en Tlatelolco, pareciera que las cosas no han cambiado desde ese entonces en este país, máxime con la desaparición ahora de 43 estudiantes normalistas, presuntamente a manos de elementos policiacos, señaló.
En ese sentido, y sin precisar con qué autoridad del Gobierno Federal sostuvo un encuentro ayer jueves, dijo haberle expresado que la opresión en México es exactamente igual al de hace décadas.
“Parece que las cosas no cambian. A pesar de que lo que nos dijo ayer el Gobierno mexicano. -‘¿Por qué no puede ver los cambios de México?, me dijo. -Y le contesté que sí, que ahora veo edificios nuevos, bonitos, pero la opresión en este país sigue como siempre y está hasta creciendo. Uno puede imaginar el aumento de la opresión que sufre el pueblo mexicano”, sentenció.
De visita nuevamente por territorio mexicano, donde apenas hace unos meses arrancara la campaña «Rompiendo el Silencio», en la que acompaña a 17 mujeres mexicanas quienes sufrieron abuso y tortura sexual por parte de policías federales, elementos del Ejército o de la Marina, entre otros, expresó que su beneplácito al escuchar a los compañeros de los 43 jóvenes desaparecidos, durante la pasada marcha en favor de su inmediata localización.
“Me gustó mucho que los estudiantese de los 43 hablaron tan fuerte, hace dos días en la marcha, pero también me gusta mucho que estas mujeres que han sufrido tanto en muchas formas, tengan el valor de levantar su voz, no solamente con su historia, sino también estar hablando de parte de mujeres violadas sexualmente, torturadas, que todavía no tienen la fuerza para hablar en público”.
En conferencia de prensa en el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez, la premio Nobel de la Paz, recordó que fue durante los años ochenta cuando ella fue abusada sexualmente al estar en El Salvador.
«Yo también fui violada sexualmente, en El Salvador, en los ochenta, por un miembro de los Escuadrones de la Muerte, quienes tenían una relación estrecha con mi país y la CIA», sentenció.
Lo que hicieron contra mí, prosiguió, fue un mensaje para callarme, sin embargo, “decidí también en ese momento que no me iba a callar porque yo no hice nada», expuso. Lamentablemente en varias partes del mundo, acotó, las mujeres no sólo se ven obligadas a aguantar la tortura sexual, sino que además tienen que probar que no fueron las responsables directas de haber sido presa de una violación sexual.
«Tienen que probar que no tenían la culpa. Y si han estado en detención tienen que probar que no hicieron nada y que hubo un abuso de poder».