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MÉXICO, DF., 27 de noviembre de 2015.- “La corrupción no es un problema exclusivo de México, pero la impunidad sí”, enfatizó el Juan Pardinas, director general de Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), al revelar que todos los años se registran más de 200 millones de pequeños de estos actos, los cuales no sólo se reducen al sector público, también de negocios y privado.
Al presentar los resultados del Índice de Competitividad Internacional 2015-IMCO: La corrupción en México: transamos y no avanzamos, dio a conocer que los países más corruptos tienen menos recaudación fiscal, en el caso de México equivale el 9 por ciento, el más bajo de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El Índice de Competitividad Internacional 2015-IMCO señala que el 44 por ciento de las empresas en el país reconoció haber pagado en alguna ocasión un soborno; el 56 por ciento de los ciudadanos piensan que es válido desobedecer las leyes si son “injustas”.
El estudio revela que los mexicanos dan alrededor de 165 pesos en “mordidas” por evento, lo que representa 32 mil millones de pesos.
En conferencia desde el Senado de la República, Juan Pardinas aseveró que la corrupción “agrava la desigualdad, limita la movilidad social y obstaculiza a la justicia, asimismo afecta en la capacidad de forjar para retener talento o inversión.”
En general, los costos económicos de la corrupción en México genera pérdidas estimadas del Producto Interno Bruto (PIB) entre dos hasta el 10 por ciento. En 2014 fue del cinco por ciento, equivalente a 890 mil 548 millones de pesos.
Al cuestionar sobre la cultura, valores, usos y costumbre, ironizó que “tocamos al son de la corrupción”. Añadió que el 57 por ciento de los empresarios piensa que a veces le conviene y utilizan gestores con acceso a privilegios o información para facilitar trámites.
Acompañado del senador Mario Delgado Carrillo, dio a conocer además que el 45 por ciento de los empresarios revelaron que el gobierno les ha solicitado un soborno para la obtención de un contrato u oportunidad de negocio.
Expuso que los mexicanos son tolerantes y permisivos en la utilización de gestores o intermediarios, ofrecer dinero a cambio de agilizar un trámite, así como acceder a la extorsión de los funcionarios.
Por ello, el 63 por ciento de los emprendedores considera que la corrupción es parte de la cultura de negocios. Advirtió que esto erosiona la capacidad del Estado para proveer derechos y noveles dignos de vida.