México tiene una gran diversidad de arácnidos: UNAM

 

MÉXICO, DF., 20 de julio de 2014.- México es un país megadiverso en arácnidos, ya que alberga tres mil 127 especies de los 10 órdenes existentes en el planeta de esta clase de artrópodos, como arañas, garrapatas y escorpiones. Sin embargo, falta mucho por descubrir en la materia, pues se estima que podrían encontrarse 12 mil 129 nuevas especies, pues “hasta ahora sólo conocemos una cuarta parte”, refiere Óscar F. Francke, del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, el artículo Biodiversidad de Arthropoda (Chelicerata: Arachnida ex Acari) en México.

Sin contar a los ácaros, la especies reportadas aquí equivalen a 6.2 por ciento de las 50 mil 607 descritas en el planeta.

Si se considera que el país debe tener el 10 por ciento de la diversidad mundial esperada de arácnidos, se estima que podrían encontrarse 12 mil 129 nuevas especies, pues “hasta ahora sólo conocemos una cuarta parte” (predicha para el país), explica el autor del artículo publicado en la Revista Mexicana de Biodiversidad, publicada por el IB.

Sólo Brasil, Colombia, Cuba, Estados Unidos y Guyana tienen esta riqueza de arácnidos.

El trabajo, que integra el suplemento más reciente de dicha publicación describe 201 especies, lo que equivale al 6.42 por ciento de las especies conocidas en el territorio nacional.

 

Arácnidos en México

 

Las especies descritas en el trabajo se dividen en 10 órdenes: Amblypygi (arañas látigo, arañas corazón, tendarapos o canclos), Araneae (arañas y tarántulas), Opiliones (patones, papaítos piernas largas o segadores), Palpigradi (palpígrados), Pseudoscorpionida (falsos escorpiones o escorpiones de los libros) y Ricinulei (ricinúlidos o garrapatas encapuchadas).

También en Schizomida (esquizómidos, mini-vinagrillos o escorpión látigo de cola corta), Scorpiones (escorpiones o alacranes), Solifugae (matavenados, arañas sol o arañas camello, madres de alacrán) y Thelyphonida (uropígidos, vinagrillos, madres de escorpión, vinagreras o escorpiones látigo).

Viven en distintos nichos ecológicos, son de vida libre o parásita; depredadora, herbívora, omnívora e incluso necrófaga; de hábitos diurnos y nocturnos; terrestres y acuáticos; habitantes comunes dentro de cuevas y grutas, expone Francke, curador de la Colección Nacional de Arácnidos del IB.

Pueden medir desde 0.1 milímetros hasta 20 centímetros. Existe un escorpión fósil, Brontoscorpius anglicus Kjellesvig- Waering 1972, con una longitud estimada de más de 90 centímetros, refiere en el trabajo.

 

Súper poderes en el mundo real, Araneae

 

Las arañas poseen capacidades únicas. En el país hay dos mil 295 especies de Araneae, de un total mundial de 42 mil 751, y un alto porcentaje son endémicas. Las arañas están presentes en todas las entidades federativas.

Menos del cuatro por ciento de la araneofauna mexicana ha sido descrita y aún falta trabajo taxonómico.

“Estimamos que se conoce 22.9 por ciento de la riqueza nacional y la curva de acumulación de especies muestra una tendencia uniforme de crecimiento”, establece el investigador.

Dos especies de tarántulas del género Brachypelma (B. emilia y B. smithi) están protegidas por la Nom-059- Semarnat-2010 y se consideran “amenazadas”, pues son codiciadas como mascotas en todo el mundo.

 

Amblypygi, rareza arácnida

 

Los arácnidos del orden Amblypygi son terrestres, de vida libre, depredadores de otros artrópodos; usualmente de hábitos nocturnos y con frecuencia son hallados en cuevas. Son raros en colecciones y sus densidades generalmente son bajas; ocasionalmente en ciertas cuevas hay poblaciones grandes.

En México se encuentra una de las cinco familias conocidas, tres géneros de 17, y 27 de 142 especies; han sido reportadas en 26 de los 32 estados del país, lo que equivale al 19 por ciento de la riqueza mundial.

Aquí, 19 especies son endémicas y se considera que quedan pocas por descubrir y describir, subraya el investigador.

 

Los Opiliones, animales “patones”

 

Los arácnidos del orden Opiliones son artrópodos conocidos como patones, piernas largas o segadores. Hay aproximadamente seis mil 411 especies y son el tercer orden más diverso de arácnidos, después de Acari y Araneae.

Sólo 1.7 por ciento de la opiliofauna nacional ha sido descrita.

Actualmente, el país tiene menos del cuatro por ciento de la riqueza mundial y se estima que se conoce menos de la cuarta parte del potencial nacional.

Aquí están representados los cuatro subórdenes: Eupnoi, con cuatro familias (66 de cada 100 de la riqueza mundial) y unas 136 especies; Dyspnoi,con una familia y ocho especies; Laniatores, con seis familias y unas 138 especies, y Cyphophthalmi, con una familia y una especie.

 

Palpígrados, riqueza única

 

Francke refiere que en estudios recientes se han reportado al menos cinco géneros (dos de ellos nuevos) y 20 especies (17 nuevas) del orden Palpigradi en México; con ello, es el territorio con mayor riqueza de arácnidos palpígrados en el mundo.

Todas las especies y morfoespecies hasta ahora estudiadas son micrendémicas y exclusivas del país.

Se han encontrado en 19 estados y es probable que también haya en entidades que no han sido muestreadas. El 94 por ciento de las conocidas en la nación han sido descritas por autores mexicanos.

 

Falsos escorpiones

 

Los del orden Pseudoscorpionida (falsos escorpiones o escorpiones de los libros) tienen pedipalpos (segundo par apendicular) quelados, grandes, similares a los de un escorpión, de ahí el nombre común de estos pequeños arácnidos que carecen de “cola”.

De las tres mil 380 especies descritas en el mundo, en México se distribuyen 18 de 25 familias, con 62 géneros de 439 y 159 especies. Este grupo ha sido poco estudiado por aracnólogos mexicanos y menos del dos por ciento de las especies en el país han sido descritas por autores nacionales.

Se encuentran entre la hojarasca, debajo de piedras y troncos caídos, la corteza de los árboles, en nidos de aves y roedores. Utilizan a otros animales, tanto vertebrados como invertebrados, para movilizarse de un lugar a otro, en una relación simbiótica conocida como foresia.

Se considera que se conoce poco menos de la tercera parte de la diversidad real. Por sus hábitos, mucho están ampliamente distribuidos y compartidos entre México y Estados Unidos. Se han reportado en 26 entidades federativas.

 

Ricinúlidos o garrapatas encapuchadas

 

Ricinulei (ricinúlidos o garrapatas encapuchadas) son arácnidos depredadores, aunque se ha observado que pueden ser carroñeros. Prefieren lugares húmedos y oscuros, bajo piedras grandes y troncos en descomposición y algunas especies son abundantes en cuevas.

En México se reporta un solo género (Pseudocellus Platnick), con 14 especies descritas (23.3 por ciento de la diversidad mundial) y varias nuevas pendientes por describir, lo cual hace que el país sea el de mayor diversidad en estos arácnidos a nivel mundial.

Ocho de las 14 especies han sido descritas por autores o coautores mexicanos y se reportan en 11 de las 36 entidades federativas.

 

Mini-vinagrillos, Schizomida

 

Los del orden Schizomida (mini-vinagrillos o escorpión látigo de cola corta) se encuentran en zonas tropicales y subtropicales, con pocas especies en climas templados. Prefieren la oscuridad y se encuentran frecuentemente bajo rocas, troncos caídos, entre la hojarasca y en cuevas. Actualmente existen dos familias: Protoschizomidae, con dos géneros y 12 especies, y Hubbardiidae, con 36 géneros y 225 especies.

La primera es endémica de México y todas las especies han sido reportadas exclusivamente de cuevas. La segunda está representada en el país por cuatro géneros (tres de ellos endémicos) y 23 especies, muchas de las cuales también habitan en cuevas.

Dos de las 35 especies mexicanas han sido descritas por autores nacionales y la riqueza en el territorio representa el 14.7 por ciento de la diversidad mundial. Recientemente este orden ha recibido más atención por aracnólogos y se estima que se conoce el 70 por ciento de la riqueza real. Los esquizómidos han sido reportados en 15 entidades federativas.

 

Escorpiones o alacranes

 

Respecto al orden Scorpiones, el investigador expone que son un grupo diverso que incluye escorpiones o alacranes y tiene distribución mundial, desde los trópicos hasta las zonas templadas y frías. Habitan en grietas, bajo troncos y rocas, en galerías que ellos mismos cavan, bajo la corteza de los árboles, desde los bosques hasta los desiertos y desde el nivel del mar hasta cerca de los cinco mil metros de altitud.

Existen cerca de dos mil especies descritas en el mundo.

En México hay 258, agrupadas en 26 géneros de seis familias. La mayoría son endémicas y aproximadamente 73 han sido descritas por autores nacionales. Aquí, se estima que se conoce el 64 por ciento de la riqueza y que hay unas 142 especies por descubrir y describir. Los alacranes están presentes en todas las entidades federativas.

 

Solifugae y Thelyphonida

 

Los del orde Solifuga (matavenados) carecen de glándulas de veneno aunque en ciertas regiones se les considera peligrosos. En México existen 79 especies de mil 115 descritas en el mundo, en 12 géneros y dos familias, pero se estima que se conoce apenas el 71 por ciento de la riqueza real.

Los solífugos han sido reportados de 25 estados.

Vinagrillos, madres de escorpión, vinagreras o escorpiones látigo se agrupan en el orden Thelyphonida. Poseen glándulas que producen ácidos (principalmente fórmico y acético) usados para repeler atacantes, de ahí́ el nombre común de vinagrillos.

Se les encuentra principalmente en regiones tropicales y húmedas de América y del sureste de Asia; ausentes en África y Australia.

Principalmente de hábitos nocturnos, durante el día se ocultan en refugios bajo piedras y troncos en el suelo.

A nivel mundial se conocen 108 especies, en 18 géneros pertenecientes a una sola familia.

En nuestro país se conocen cuatro especies, 3.8 por ciento de la diversidad mundial, y se estima que es el 20 por ciento de la esperada. Se tienen informes de dos especies nuevas, que no han sido descritas porque provienen de localidades de difícil acceso. Los vinagrillos han sido reportados de 19 entidades.

El artículo concluye celebrando que exista una nueva generación de jóvenes aracnólogos mexicanos que contribuirá́ de manera importante al estudio y conocimiento de la diversidad de estos fascinantes animales.