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Balean a consejera del INE en La Montaña de Guerrero
IRAPUATO, Gto,. 25 de marzo de 2014.- Científicos mexicanos del Cinvestav junto con investigadores chinos secuenciaron el genoma de un tipo de chile piquín (o chiltepín) silvestre colectado en el estado de Querétaro. Esto abriría la puerta para indagar y conocer los genes y rutas metabólicas de un espectro más amplio de chiles y obtener variedades resistentes a enfermedades y sequías, por ejemplo.
El trabajo, que se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de EU (PNAS), establece una plataforma tecnológica para estudiar el chile en México, de donde es originario –señala en conferencia Rafael Rivera Bustamante, investigador del Departamento de Ingeniería Genética del Cinvestav Irapuato— y sienta las bases para caracterizar mejor la biodiversidad de este fruto, “que es fantástica”.
El proyecto es también un pilar para estudiar y comparar chiles que tenemos a lo largo de todo el país y generar nuevas variedades, no solo desde la perspectiva agronómica y culinaria, sino también para la industria farmacéutica.
Pero ¿por qué secuenciar un chiltepín silvestre?, ¿es acaso muy distinto al tipo de picante que consume comúnmente el mexicano? Genéticamente no lo es, señalan los científicos, por lo que el Capsicum annuum de la variedad glabriusculum puede ser la llave para conocer un jalapeño, un pimiento morrón o un habanero.
De hecho, los investigadores habían obtenido otro material genético llamado transcriptoma de un serrano tampiqueño y de un sonora Anaheim —base para esta investigación— que son muy similares al genoma del piquín. Este Capsicum funcionaría como una especie de plantilla genética para complementar el de otros tipos de chile.
CARACTERIZACIÓN. Los investigadores del Cinvestav y del Ministerio de Agricultura, la Universidad Agrícola de Sichuan y del Instituto de Genómica de Beijing, BGI-Shenzhen buscaron un tipo de chile silvestre que pudieran comparar con otros comerciales (como el Zunla-1 chino). Esto permitirá caracterizar genes y ver la diferencia entre materiales genéticos.
Por ejemplo, todos los chiles son susceptibles a enfermedades por geminivirus, pero han encontrado algunas excepciones en variedades de habanero yucateco, entonces lo siguiente sería encontrar qué genes están “encendidos” en esa especie y no están del todo expresados en otras que puedan interesar a científicos y agricultores.
De hecho, apunta Rivera Bustamante, los científicos ya están trabajando en este proceso con dicho habanero, que ya ha sido secuenciado y está en proceso de caracterización. Será el segundo candidato en esta plataforma de estudio y motivo de una próxima publicación.