La nueva naturaleza del episcopado mexicano
Aureoles, si vas… pero te peinas; Barbosa, no, aunque te despeines
Las tribus perredistas desenfundan, sacan sus fierros… y se dan con todo. No es pelea nueva sino otra batalla más de una eterna guerra intermitente, reanudada en tiempos de elección interna.
La confrontación se libra en varios terrenos, no solo en el contexto de la Quinta Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario. En épocas como esta, cada rincón es terreno propicio para el alboroto.
Nueva Izquierda se anota otra victoria ante Izquierda Democrática Nacional de René Bejarano. Los Chuchos olvidaron las promesas y arrebataron, sin piedad, la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para el año legislativo por iniciar el próximo lunes.
La diputada Aleida Alavés, hace entripado. Denuncia autoritarismo y misoginia. Se proclama víctima de un atraco.
A media madrugada, luego de seis horas largas de “rebatinga”, Silvano Aureoles Conejo, venció las aspiraciones de la notable bejaranista, quien habrá de conformarse con una vicepresidencia, si es que los demás partidos no le vetan mañana… otra vez. No olvide usted que a la aguerrida diputada iztapalapense no la quieren priistas ni panistas.
En este contexto, una vez más, Silvano Aureoles sacó el colmillo, tal y como hizo al inicio de la legislatura para quedarse con la coordinación de la bancada perredista; uso de nuevo su aparente independencia tribal para ubicarse como una alternativa imparcial y colarse como candidato neutral.
El michoacano supo sembrar el terreno y cosechar los apoyos necesarios. Sin embargo, la presidencia de Silvano en San Lázaro será temporal. Es muy probable que hacia diciembre abandone el prestigioso encargo para buscar, otra vez, el gobierno de su estado, lo cual sería imposible sin el apoyo de la dirigencia nacional de su partido.
Aureoles ya se peinó del lado de Nueva Izquierda.
En el Senado la cosa cambia. Está en chino la llegada de Miguel Barbosa. Pese a existir un acuerdo previo para que el PRD presida la cámara alta, los priistas de Emilio Gamboa no parecen dispuestos a permitir que dos perredistas aparezcan junto al Presidente de la República en los actos solemnes por venir de aquí a un año, comenzando por las próximas fiestas patrias. Por eso, y por su pleito público con Jesús Zambrano, Miguel Barbosa se quedará con las ganas, aunque él resista tirar la toalla…
El jefe perredista en el Senado está concentrado en el llamado Frente Amplio de Izquierda en apoyo a Cuauhtémoc Cárdenas, el último recurso para terminar con el reinado de Nueva Izquierda. Paradójicamente, para sus postuladores, El Ingeniero Cárdenas parece ser la única alternativa de renovación del mayor partido de la izquierda. Muchos apocalípticos dicen que él y solo él podría frenar una inminente desbandada.
La amenaza no hace mella en los actuales administradores del membrete perredista. Carlos Navarrete, cien por ciento Chucho, no se hará a un lado. Si quieren ganarle será con votos no presiones para consagrar a un candidato de unidad.
El riesgo es alto. La victoria de Los Chuchos sobre los bejaranistas podría ser pírrica. Las voces de alerta sobre una eventual fractura no son el petate del muerto. El cálculo es arriesgado. Seguramente tienen votos suficientes para quedarse con el partido, pero una cosa es imponerse y otra distinta, ejecutar una operación cicatriz de tamaño monumental, con el tiempo electoral corriendo en contra.
LA CASA DE ENFRENTE: Reaparece Luis Alberto Villarreal en la plenaria del PAN. Al fulminado ex coordinador de la bancada blanquiazul lo reciben con aplausos; unos con abrazos y otras con besos. ¿Fue un reconocimiento a sus dotes de excelente bailarín de quebraditas?
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