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BUENOS AIRES, Argentina, 5 de agosto de 2015.- Los Tigres de la UANL pecaron de inocencia y de poca efectividad de cara al arco y lo pagaron caro ya que River pegó 3-0, cuando los universitarios jugaban mejor y se llevó la Copa y el sueño felino de traer la primera Libertadores a México.
Apenas iniciado el encuentro Javier Aquino recibió una fuerte entrada de Leonardo Ponzio pero el colegiado no sacó ni la tarjeta amarilla.
River siguió metiendo fuerte la pierna y es que Lucas Alario, por una fuerte entrada sobre Guido Pizarro, se ganó la primera tarjeta amarilla del encuentro al minuto 9.
Por el lado de Tigres, Israel Jiménez se llevó puesto a Vangioni al minuto 16 y se hizo acreedor a la primera tarjeta amarilla para los de Nuevo León.
Alario, nuevamente, hizo una dura entrada cuando pisó en el tobillo a Nahuel Guzmán pero el árbitro lateral hizo mutis y no marcó más que la falta.
André Pierre Gignac se hizo amonestar al minuto 21, por una carga sobre la espalda de Ramiro Funes Morí.
Jürgen Damm desbordó por derecha, al 23′, y tras recortar en área rival centró para Gignac quien resbaló y no pudo rematar con dirección al arco.
Felinos y Millonarios se enfrascaron en un duelo peleadísimo en medio campo donde los contactos y entradas tardías no se hicieron esperar.
En el 40′, Guido Pizarro llegó tardé y terminó chocando a Vangioni provocando una acción de peligro en el área mexicana que terminó con la zaga despejando el esférico.
En el ocaso del primer tiempo Lucas Alario anticipó a Rivas y, tirándose de palomita, a centro de Vangioni, puso el balón abajo a la derecha de Nahuel. Inalcanzable para el arquero tigre que sólo pudo ver como el balón se colaba en su meta, 1-0 para River para el descanso.
Al inicio del complemento Funes Morí realizó una temeraria entrada sobre Rafael Sobís que el árbitro sólo consideró merecedora de amarilla.
Jiménez desbordó por izquierda, al minuto 55, y pasó para André Pierre Gignac, quien ganó el espacio y remató pero su embate se fue muy por encima del arco rioplatense.
Para el minuto 62, Cavenaghi pateó a Juninho pero el árbitro le perdonó la roja. Era la segunda amarilla, mínimo, para el ex jugador del Pachuca.
La bujía del medio campo de Tigres, Egidio Arévalo, dejó el campo de juego para darle entrada a Dueñas para adelantar líneas dejando al centro, y casi sin marca, a Cavenaghi.
Jürgen Damm volvió a desbordar por la banda de la derecha y, tras llegar a línea de fondo, centró a segundo poste para Aquino quien no alcanzó a darle dirección a su remate de cabeza que se fue por encima.
Torres Nilo se ganó la amarilla, al cortar un avance de Carlos Sánchez, quien recibía el balón por la banda izquierda.
En el minuto 73, Javier Aquino tocó a Carlos Sánchez entrando al área y el árbitro marcó la pena máxima cuando mejor jugaban los Tigres. El mismo Sánchez marcó el penal y puso una lona por demás pesada para el equipo mexicano.
El árbitro central Ubríaco no sólo perdonó tarjetas rojas si no que no sostuvo sus criterios a la hora de sacar cartones preventivos y hasta marcó un penal bastante dudoso, todo esto de manera poco sorprendente, la tendencia localista fue notoria.
El capitán Cavenaghi se fue al minuto 76 por Pisculichi ante el ensordecedor estruendo de los hinchas millonarios que está noche colmaron El Monumental de Nuñez.
Para el 79, Ramiro Funes Morí cabeceó un centro de Pisculichi y el balón se coló entre las piernas de Nahuel Guzmán para poner el último clavo en el ataúd felino.
Tras el tercer gol argentino el partido no dio para más, Tigres se entregó y River guardó el balón para consumir el poco tiempo en el electrónico.
Para el pitazo final la algarabía millonaria llenó el Monumental y no era para menos ya que River Plate alzó su primera Copa Libertadores en 19 años.
Tigres pagó caro no saber definir los partidos de la fase de grupos donde pudo dejar fuera al ahora campeón y la Copa Libertadores vuelve a ser un sueño que se esfuma en la última instancia para los equipos mexicanos.