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XALAPA, Ver., 18 de marzo de 2014.- Tras una balacera entre delincuentes y las fuerzas del orden, murieron tres personas. Entre esas personas se encontraban el empresario Miguel Caldelas y el joven ex portero de la Sub-15 de los Tiburones Rojos del Veracruz, Alan Quevedo.
Todo ocurrió la madrugada del domingo, luego de un incidente que ocurrió en la zona denominada “Arboledas San Ramón”, en donde supuestamente los dos jóvenes pretendían negociar con los delincuentes la liberación del hermano de Alan, a quien habían secuestrado los delincuentes.
De inmediato, llegaron las fuerzas del orden, entre ellos elementos de la Marina Armada de México, el Ejército Mexicano y policías veracruzanos, que abatieron a tres personas, se cree que en medio de la balacera quedaron los dos jóvenes, quienes perecieron de manera inmediata.
El joven Alan Quevedo era considerado una “promesa” dentro del futbol, sin embargo, falleció en medio de la balacera, a sus escasos 16 años.
Esto provocó que se manifestara el propio entrenador de los Tiburones Rojos, José Luis Sánchez Solá, quien por cierto, había narrado que su hija había sido asaltada en la ciudad de Puebla, víctima de la delincuencia común.
“Es una muerte más y lo peor es que no vemos que alguien haga algo”, reclamó.
Otros ex jugadores de los Tiburones Rojos del Veracruz lamentaron los hechos, como fue el caso del argentino Jorge Manuel Díaz, que jugó hace varios años para la franquicia.
Recordó que en aquellos tiempos, entre 10 y 15 años no se hablaba sobre delincuencia, ni asaltos ni secuestros: “Era un sitio muy tranquilo. Lamento lo ocurrido a este joven y hago votos porque su familia se resigne”.
El exjugador Jorge Arreola Bizarro, conocido como el “Remi”, también lamentó la muerte del joven futbolista e hizo votos porque la seguridad regrese a Veracruz, del cual dijo: “Tengo buenos recuerdos”.