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MÉXICO, DF, 15 de noviembre de 2014.- «El único delito que habían cometido es el haber sido contratadas por personas para darles un servicio un día antes», dijo Plascencia a la agencia de noticias The Associated Press.
Las dos mujeres no eran parte del presunto grupo criminal al que pertenecían los 22 muertos en una bodega de Tlatlaya, en el estado de México. Según una investigación de la comisión ambas fueron torturadas y agredidas sexualmente por funcionarios estatales para que validaran una versión falsa dada por el ejército en el sentido de que hubo un enfrentamiento.
Plascencia, dijo que las dos mujeres son prostitutas y fueron contratadas para acompañar a un líder del grupo al que conocieron en la bodega abandonada donde sucedieron los hechos el 29 de junio.
La detención de las mujeres constituye una violación de sus derechos humanos, dijo Plascencia, quien supervisó la investigación realizada por la Comisión sobre las supuestas ejecuciones extrajudiciales.
«Desde el punto de vista nuestro deben ser liberadas de manera inmediata, porque no tienen delito alguno», dijo Plascencia. Ambas mujeres están detenidas en una prisión federal en el estado occidental de Nayarit, donde enfrentan un proceso por acopio de armas y posesión ilegal de cartuchos.