
Impulsa MC lactarios en administración pública y órganos desconcentrados
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de marzo de 2016.- El secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, señaló que un aumento al salario mínimo a un nivel superior a los 200 pesos no resuelve la situación de la pérdida del poder adquisitivo en México, como lo admitió la Comisión Nacional de Salario Mínimo (Conasami).
Si fuera así de sencillo, dijo, un problema de voluntad política se resolvería poniendo a alguien con mucha voluntad, sin embargo es más complejo en un mercado laboral asimétrico como México, el décimo primer mercado laboral del planeta, en el continente más desigual en materia de ingresos.
Cuestionó que si se tomara la decisión de incrementar el salario por decreto a trabajadores y patrones un aumento al mínimo de 200 o 300 pesos, “¿quién lo paga?, el gobierno no”.
Más que una utopía para el país, indicó en entrevista a Quadratín México que sería un anhelo para verlo en sentido positivo y para verlo en sentido real habría que preguntarle a las cámaras de comercio de la Ciudad de México sobre un aumento directo al salario que tienen que absorber sin que les haya cambiado algo de su condición de productividad.
“Ahí estará la respuesta más clara que no es un tema de voluntad. La Conasami hizo un aumento muy importante del doble de inflación el año pasado y este tenemos un amplio margen para que se siga recuperando el poder adquisitivo”, puntualizó el funcionario federal.
Durante su participación en el Encuentro de Especialistas sobre Salario Mínimo, Avances hacia una nueva Política, Navarrete Prida dio a conocer que las diferencias de salarios en el país son de 30 a uno, cuando en Europa son de siete a uno y en Estados Unidos de 10 a uno.
Detalló que el 76 por ciento que está en la Conasami, lo constituyen del 25 al 40 por ciento de toda la economía de patrones y trabajadores, es decir, alrededor de 52 millones de mexicanos que constituyen la población económicamente activa del mercado, y según el último censo de Inegi, el 25 por ciento aporta al Producto Interno Bruto su valor a México.
Confió en que la situación salarial en el país va a cambiar, y para bien, debido a las medidas correctas de unificar salarios sin inflación y desvincularlo de unidades inflacionarias y tener un programa que está disminuyendo la tasa de informalidad laboral y bajar variables que antes golpeaban el bolsillo de los mexicanos como las tarifas telefónicas, electricidad y gasolinazos.