Teléfono rojo/José Ureña
¡Tenemos miedo!
Quizá usted ha sentido una mirada que le sigue de forma extraña, casi persecutoria, mientras pasa. Y esa mirada le sigue paso a paso, de forma que la nota agresiva y sospechosa. Usted camina más aprisa. Siente que le siguen y no quiere voltear para verificarlo. Aprieta sus pertenencias lo más que puede, simula no notar ‘algo raro’ pero en el fondo tiene miedo; quiere huir, aunque no sabe hacia dónde y mucho menos quién podrá ayudarle si le quieren ‘hacer algo’…
O de pronto está usted manejando su carro, sube todos los vidrios de las ventanas, pone todos los botones, avanza a donde va, pero de pronto le toca un semáforo en donde queda usted en medio de muchos vehículos así mismo varados… Un grupo de hombres camina entre carros de forma agresiva y con mirada criminal se dirigen a usted. Usted disimula y checa que todo esté seguro. Hace como que no los ve, pero si está usted sudando: Tiene miedo…
O si utiliza el transporte público teme que en cualquier momento le agredan, le quiten sus pertenencias, le golpeen, le despojen de su dinero de su celular de su reloj que tanto le han costado y se queda quieto como para disimular que ahí no pasa nada, que hay vigilancia… pero de todos modos están ahí, acechando, viendo, midiendo los pasos para agraviarle y si se opone podrían hacerle daño físico… Usted respira profundo y se mantiene alerta, pero: Tiene miedo…
Pues esto y más ocurre en las ciudades del país. Esto y más es el pan nuestro de cada día: Al salir encomendarse. Al salir pedir por un buen regreso. Al salir pensar que nada podrá pasar, pero que todo podría pasar y que si le pasa algo usted y su familia sufrirían… Al salir: Tiene miedo.
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana realizada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), el 67 por ciento de la población se siente insegura. Según este informe, en septiembre de 2015 el 68% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, cifra superior al 67% registrado en el mismo periodo de 2014.
La población objeto de estudio dijo que en los últimos tres meses ha escuchado o visto en los alrededores de su vivienda situaciones como consumo de alcohol en las calles (73.2%) robos o asaltos (66.6%) y vandalismo (57.6%)
Según el mismo documento, la expectativa social sobre la seguridad pública revela que el 34.9% considera que seguirá igual de mal, 29.8% dice que empeorará…
Otra encuesta, ésta elaborada por el periódico El Universal, la mayoría de los habitantes del Distrito Federal (69%) perciben que el problema de la inseguridad ha aumentado en el último año.
Y según esta encuesta, los entrevistados consideraron que el delito que más ha aumentado en el DF en los últimos seis meses es el asalto en vía pública (44%) seguido de asalto en transporte público (11%), asalto en casa habitación (9%), asesinatos y homicidios (8%), narcotráfico (6%), secuestro (5%), corrupción (4%), drogadicción (4%)… Y que al año hay 400 mil accidentes viales.
En términos generales el país vive un estado de impacto delincuencial. En mucho, este impacto es de vida o muerte. Aunque la expectativa en cada entidad es diferente y diferentes los rangos de violencia y criminalidad. Es que cada día aumenta más el estado de ánimo indignado de quienes se sienten inseguros, desprotegidos, inermes y sin apoyo institucional.
Por su parte, el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera finalmente reconoció que “la percepción de inseguridad entre los capitalinos no ha mejorado…”
Si tan sólo fuera un asunto de percepción. Los hechos concretos son que la inseguridad pública en el DF ha aumentado de forma dramática. Que los capitalinos están inseguros y que cada día más viven el acoso de la delincuencia, de la violencia criminal, de la impunidad y de la corrupción.
“¿Presentar denuncia?… para qué… termina uno en un viacrucis para que al final nos digan que no es cierto, que aquí no pasa nada”, dicen capitalinos. Y sí, así es. Las complicidades incluso para el cobro de derecho de piso y dejar vender de todo en la capital del país es inaudito…
… Como inaudito que la vigilancia no exista y que cuando se requiere apoyo inmediato frente a una situación grave los policías que se encargan de vigilar y cuidar al ciudadano, están más ocupados buscando cómo hacerse de dinero adicional mediante la “mordida”… Nuestros policías viven extendiendo la mano para recaudar el sueldo que no le paga la institución.
Con mucha frecuencia la policía nos agravia, nos acusa, nos señala tan sólo para mostrar el poder de su uniforme o para obtener beneficios adicionales a su sueldo que debería ser honorable.
Y Mancera dice: “Tenemos que trabajar mucho más. La percepción no la hemos podido mejorar, hay que reforzarla”. Como si el problema fuera de “percepción” y no de inseguridad física y patrimonial.
Como se ve ahí, su preocupación máxima es la de las cifras y percepciones estadísticas, no por ciudadanos concretos, hechos y derechos que viven el cotidiano terror-pánico en la capital del país, que cada día está más aterrorizada y temerosa de sufrir los miles de percances que muchos ya viven…
El país está aterrorizado porque la inseguridad es cada día más y la corrupción y la inmoralidad también… ¿Por qué? Es un tema de gobernabilidad, de fortaleza institucional, de impunidad y de sensibilidad social tanto del gobierno federal, como de los estados y municipios. Es un tema de cumplir con el mandato constitucional de garantizar la seguridad física y en sus bienes de todos los mexicanos…
Mientras tanto sí, en México tenemos miedo… ¿usted no?