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Libros de ayer y hoy
“… la cucaracha, cucaracha, ya no puede caminar…”
Hace años, cuando a los perros se les amarraba con longaniza y no se la comían, se hablaba del consumo de mariguana y la mayoría de los padres de familia decían que esto ocurría entre gente ‘pecaminosa’. Y se advertía a los pequeños:
“No voltees para allá, ese es un mariguano, es peligroso” o “¡No quiero que te metas en esos billares o que andes de vago, no quiero que termines como esos mariguanos…!”. Pero al mismo tiempo se sabía que la mariguana la consumían artistas, compositores famosos y gente ‘pudiente’, quienes a la menor provocación sacaban a hurtadillas su cigarrito y a darle… andaban volando-volando-volando: lo de los ojos rojos venía después…
Se sabe que muchos reclutas, durante la Revolución Mexicana, la consumían como ‘para darse valor’; y que durante la Segunda Guerra Mundial los soldados en conflicto, sobre todo estadounidenses, la consumían y ni quien dijera pío ¿Cómo la conseguían?… mmm…
Pero luego esto se fue convirtiendo en una especie de epidemia y aparecía gente que o la consumía o era tolerante. Las cosas estaban cambiando y su consumo se volvió ‘caché’; y de pronto anuncios como que Barak Obama la había consumido, o el director de cine Oliver Stone o el nadador Michael Phelps y muchos más que uno ni siguiera suponía; estrellas, estrellitas y asteroides del rock mundial lo ostentan aún a ojos vista.
Muchos malandrines comenzaron a hacerse millonarios porque estimulaban su producción, su tránsito y consumo aunque este negocio ilegal costara miles de vidas, generara confrontaciones violentas por su tráfico y por los espacios de tránsito y trasiego.
Y de pronto, hace poco, como en campaña, la mariguana comenzó a ser inofensiva y hasta necesaria por motivos de salud, lo que hizo que en casos específicos se permitiera su uso.
Hace no mucho, el ex presidente Vicente Fox se expresó en favor de la legalización y se apuntó para producirla como muchos otros empresarios-agricultores que se apuntaron para su siembra, producción y distribución si se aprobaba de forma legal.
Hoy, como por arte de magia, de pronto surge en el país el debate sobre la legalización del consumo de mariguana para fines recreativos y lúdicos. Y a modo de campaña orquestada-codificada se habla respecto de las ventajas –o no- del consumo de la mariguana para usos recreativos y lúdicos y ‘llevar la fiesta en paz’.
Y de pronto, también, en Televisión Azteca aparecen profusos mensajes informativos con entrevistas a empresarios-agricultores que dicen que esto es indispensable para terminar con la violencia en México y porque al mismo tiempo es un negocio que generará muchas fuentes de trabajo agrícola… Y reportan su uso por motivos de salud, también.
Esto como que conecta con que en Estados Unidos se está en proceso de legalización de su consumo ‘para fines medicinales, terapéuticos, recreativos y lúdicos’, aunque también para su comercialización, como ocurre en cuatro estados de la Unión que ya tienen ‘puertas afuera’: Colorado, Alaska, Oregon y Washington, en unos cuantos meses…
Se anunció ya que sólo en Colorado en junio pasado las ventas de mariguana rebasaron los 50 millones de dólares… Que en Estados Unidos el comercio de cannabis obtuvo 2,700 millones de dólares en 2014 y se espera que en 2015 logre 3,500 millones según estudio de Arc View Group. El proceso de legalización total está en marcha allá.
Por estos días la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación analizará el proyecto de resolución en el que se autoriza el consumo personal de mariguana con fines lúdicos y recreativos a los integrantes de una ‘Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante’: el argumento es que ‘la prohibición absoluta del enervante es contraria al libre desarrollo de la personalidad’.
El ministro Arturo Zaldívar tiene en sus manos resolver un amparo en revisión y, para su aprobación, se requiere la de al menos otros dos ministros para ser mayoría. De esta manera se abrirá la puerta para que la Secretaría de Salud pueda expedir permisos de consumo personal a quien lo solicitara.
Para la SCJN el tema es el de la constitucionalidad o no de la prohibición y, en su caso, su liberalización. El punto central ahí es la materia legal; sin embargo el impacto es asimismo social y económico y por esto deberá escucharse el debate en tono nacional…
¿Cuál será el impacto de esta legalización para los mexicanos todos? ¿Será menor que el consumo de alcohol? ¿Disminuirá el impacto del crimen organizado cuando ya se ha diversificado y no sólo se atiene a la mariguana? ¿Quién se beneficia con esto en términos comerciales? ¿Todos los consumidores están en posibilidad de sembrar su consumo?… ¿Se orientará a adultos ese consumo? ¿Cómo se controlará esto…? Y mucho más…
Está bien el debate. Está bien que se discutan pros y contras. Beneficios y perjuicios. Que se dispongan de elementos ciertos para la decisión…
Sería muy irresponsable que se estuviera actuando en base a intereses de gobiernos y empresariales, en donde la parte más delgada del hilo sigue siendo la parte social mexicana. Que se resuelva en ley, pero también con un criterio social y cultural.