Visión financiera/Georgina Howard
2016-Elecciones en tinieblas
Ya comenzaron a revelarse los nombres de quienes serán candidatos por cada partido político legalmente reconocido en México. Este año el país no sólo se convulsiona por el estado de violencia, crimen, crisis económica, pobreza y saqueo al que está expuesto: también opera ya la maquinaria peligrosa de los partidos políticos mexicano para contender el domingo 5 de junio en 13 estados de la República…
Peor aún que antes, cuando uno supone que el avance de las instituciones electorales, que tanto nos cuestan, ha propiciado a un país más democrático y más justo en la libertad ciudadana para tomar sus propias decisiones con madurez y fortaleza, la realidad lo contradice.
A saber, en países con democracias débiles el enemigo de la democracia es el gobierno que manipula para perpetuarse en el poder; tiene con qué; tiene la maquinaria del Estado a su disposición y tiene recursos y operadores… instituciones también, que le favorecen… Por tanto, la democracia se debilita y termina por ser una aspiración, más que una realidad…
A esto hay que sumar el fracaso del sistema de partidos, como es el caso de México, en donde la imposición de las reglas la establecen ellos, el procedimiento a seguir en democracia la establecen ellos, los tiempos y formas la establecen ellos, los actores y los representantes lo establecen ellos, todo en base a sus intereses de grupo… pocas veces en base al interés nacional.
Tanto el Partido Revolucionario Institucional –con su arrogancia victoriosa de hoy–, como el Partido Acción Nacional –dubitativo- y el Partido de la Revolución Democrática –y su crisis permanente-, operan para mantenerse en el poder político; operan para colocar a sus personajes y pagar cuentas pendientes; operan para ganar posiciones y para tener recursos y mando…
A esto hay que sumar que el famoso presidencialismo que tanto dañó al país ha vuelto por sus fueros y es, desde la presidencia de la República, que se operan posiciones, candidaturas, utilidades políticas y pago de facturas…
Todo está diseñado para encapsular a la famosa democracia mexicana. La incipiente y no concretada democracia de la que sólo son beneficiarios quienes están dispuestos a entregar su alma al diablo del poder y del recurso… Pocas excepciones que hay.
El 5 de junio próximo se llevarán a cabo elecciones en 13 estados de la República; los habitantes de éstos habrán de elegir 965 ayuntamientos, 239 diputaciones de mayoría relativa y 149 de representación proporcional… pero también a 12 gobernadores…
Y ya se conocen algunos nombres de los candidatos a gobernador: tragedia de tragedias. Por ejemplo, el PRI que no ha entendido la razón por la que en 2000 perdió el poder ya regresa para ser de otro modo lo mismo que entonces. Ha decidido nombres que no tienen nada que ver con la voluntad ciudadana: Algunos ejemplos: Omar Fayad en Hidalgo; Héctor Yunes Landa en el mini gobierno de dos años para Veracruz; Alejandro Tello Cristerna, Zacatecas mientras que Lorena Martínez Rodríguez Aguascalientes… y más…
Acaso algunos de los candidatos representan cierto apego local y apoyo ciudadano, pero nunca, en ningún momento, se toma en consideración a la ciudadanía, si son estos u otros quienes habrán de decidir su vida, su economía, su seguridad, su salud, educación, vida, solaz…
El fracaso democrático está en que los electores eligen lo que ya fue elegido o impuesto por los partidos políticos o por el presidente de México. Asumen todos ellos una representatividad que está muy lejos de ser real porque no está sustentada en la voluntad popular, pero está ahí, mientras tanto el ciudadano no tiene otra alternativa que votar por lo que le ponen en la mesa…
Aunque ciertamente tiene opciones: no acudir a las urnas o anular su voto, un poco en tono de desprecio al estado de la situación. En respuesta, los partidos políticos pueden hacer chanchullo.
Así pues queda claro que los partidos políticos terminan por ser parte de ese desprecio a la democracia y actúan por interés de grupo o interés político particular, como ha sido la designación de Alejandro Murat Hinojosa por el PRI en Oaxaca…
Por supuesto el joven Murat está en su derecho ciudadano y constitucional para querer ser gobernador; pero también es cierto que existen reglas que involucran a la voluntad ciudadana que, en el caso de Oaxaca, nunca se tomó en consideración…
Por ejemplo, el natural deseo de que quien gobierne sea originario y conozca y haya radicado en la entidad para conocer a quienes va a gobernar y cómo. No se trata de tan sólo llegar y sentarse a la mesa del poder con invitados de paga. No es camino a la victoria con manifestaciones de apoyo interesadas en futuras posiciones. Lo impúdico radica en querer ser gobernante sin la voluntad de los gobernados y sí con la voluntad paterna y presidencial: esto se llama engaño y desprecio a la entidad…
Y así las cosas. No es sólo el PRI, ciertamente; cada uno de todos los partidos, solos o en coaliciones impúdicas están en la lisa para el 5 de mayo… ¿Existe así la democracia y el estado de Derecho?
¿Qué sigue? Que ya es tiempo en el que reflexionemos seriamente respecto de nuestro sistema político, nuestro sistema de partidos y nuestras instituciones de lo electoral: lo que hay en este momento está envenenado y puede terminar en desosiego general y en una crisis fatal.
La crisis de credibilidad ya está a la vista, pero parece que los partidos políticos mexicanos son los únicos que no quieren darse cuenta… o se hacen rosca, envueltos en su fragancia de poder y recursos.