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Tragedia en Tabasco
El sábado 20 de febrero, poco antes de las siete de la mañana, se escuchó un estruendo en la calle Ceiba, de la colonia Primero de Mayo, en Villahermosa Tabasco. Provenía de la casa del empresario, político y periodista Moisés Félix Dagdug Lutzow. Era el zaguán que era derribado al sustraer a toda prisa una camioneta, propiedad del dueño de la casa…
Al percatarse, los vecinos llamaron a la policía y a los periodistas de la estación del radio 89.7 FM y por www.canal TVX, que era de su propiedad y que en ese momento transmitían el programa Poder Informativo quienes de inmediato acudieron al lugar para cerciorarse del hecho, aunque media hora más tarde pudo entrar al domicilio del periodista su hermana, la ex diputada local del PRI, Esther Alicia Dagdug Lutzow: lo encontró muerto por arma blanca en la cocina de la casa…
… Una hora más tarde se encontró la camioneta sustraída en el kilómetro 13.7 de la carretera Villahermosa-Centla, y en ella botellas de licor y una arma blanca, ensangrentada…
El hecho concreto es que ese día asesinaron a personaje importante de la vida política y empresarial de la entidad: Moisés Dagdug Lutzow (Tabasco, 65 años). Era Ingeniero Mecánico Electricista; había trabajado como subgerente en el Fondo Nacional de Fomento al Turismo y más tarde, involucrado en política, fue electo diputado federal por el PRD en la LX Legislatura en donde no se sintió del todo a gusto por las presiones de diputados compañeros de su partido:
“El 25 de abril de 2008 un sector del PRD encabezado por el diputado Gerardo Villanueva Albarrán y la presidenta del PRD en el Distrito Federal, Alejandra Barrales, anunciaron que pedirían su expulsión del partido, junto con los diputados Ruth Zavaleta Salgado y Víctor Montalvo Rojas, por haber participado en una sesión de la Cámara de Diputados en que se aprobaron modificaciones al estatuto de gobierno del Distrito Federal que prohíben que cualquier partido pueda tener mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal”…
De todos modos, de regreso a su entidad, el empresario de medios de comunicación se reintegró a sus tareas periodísticas desde la estación de radio XEVX-AM, La grande de Tabasco que tenía concesionada. Precisamente el viernes 19 de febrero transmitió su último programa “De frente a Tabasco” a través de su estación y por televisión digital. Ese día abordó el tema de la inseguridad y los linchamientos en Tabasco, como un grave problema social en la entidad…
El asunto es cierto:
De un tiempo a esta parte en Tabasco la de la delincuencia se ha incrementado de forma desproporcionado, el crimen es cotidiano y la impunidad es más un síntoma que una excepción. Esto último ha llevado a que Tabasco se convierta en uno de los estados del país que encabezan la lista de linchamientos y a que, según los estudios de delincuencia y criminalidad del Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. (CIDAC), Tabasco se encuentre en el rango de “Muy grave”.
Esto es así porque aumenta la delincuencia, el robo, el homicidio, el asalto a domicilio, robo de vehículos y la violencia y es cada vez más frecuente el linchamiento de aquellos a quienes se consideran que agravian a pueblos o grupos sociales. Esto del linchamiento en Tabasco se ha vuelto extremadamente reiterado sin que las autoridades demuestren capacidad o voluntad para poner orden ahí y sustraer a la delincuencia hacia los procesos legales: “Hartos de que las autoridades no hacen nada, la gente toma la ley en sus manos”, se lee.
En todo caso, el homicidio de Moisés Dagdug Lutzow es un llamado de atención a esta grave situación y un golpe fuerte al gobierno de Arturo Núñez Jiménez (PRD) por la importancia del personaje y porque pone en la mesa de las evaluaciones el estado en el que vive la entidad y la solución a los grandes problemas sociales y que aún está pendiente, en este caso el de la seguridad pública, la lucha contra la impunidad, la prevención y la administración de justicia.
Por lo pronto las autoridades deberán informar a la población estatal qué pasó ahí, por qué y quienes cometieron este delito al que hasta el momento apuntan como parte de la delincuencia y la criminalidad en Tabasco y no como resultado de su trabajo periodístico…
De cualquier manera las líneas de investigación –tan reiteradas por autoridades de procuración de justicia–, deberán considerar toda posibilidad y generar certezas respecto de lo ocurrido a quien sus amigos consideran un hombre firme, recio y convencido del gobierno de lo social.
Por lo pronto el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha guardado silencio. Muy probablemente porque aún guarda su molestia por aquellos días en los que Dagdug quiso actuar con libertad de criterio legislativo o quizá porque recientemente se había convertido en un crítico severo del gobierno del estado.
Y sin menoscabo de la exigencia de justicia en Tabasco, habría que recordar, también, que en todo el país la violencia criminal está siendo parte de los agravios a la sociedad civil del país. Pero más que esto, la impunidad genera inseguridad y en muchos casos la premura por solucionar hechos lleva a la acusación de gente inocente.
Llevar a cabo procedimientos legales implica la certeza de que se está ejerciendo justicia y no solución política o administrativa. La tragedia de Tabasco es asimismo una tragedia nacional.