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Libros de ayer y hoy
Rosa Isela Guzmán: ‘¿Qué será, será?’
El debate público de estos días está en el impacto que causaron en México las declaraciones al diario británico The Guardian, de una señora que se llama Rosa Isela Guzmán Ortiz, quien dice ser la hija mayor de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo y luego, a esto, saber si es en efecto hija o no del detenido en el reclusorio de alta seguridad en el Altiplano.
Todo empezó cuando el jueves pasado se dieron a conocer en México las declaraciones que había hecho públicas la señora Guzmán Ortiz:
‘Que su padre financió campañas a funcionarios y políticos mexicanos para obtener protección; que luego de su fuga en octubre de 2015, su papá entró y salió de Estados Unidos –en California-, para visitar a familiares; que su padre escapó con ayuda de funcionarios mexicanos corruptos; que su padre compro protección oficial al más alto nivel, enviando a sus representantes a encontrarse con encumbrados políticos o sus personeros; que la fuga de su papá fue un acuerdo, y que al final su padre fue traicionado por narcotraficantes y políticos…’ Y más…
Según esto, que Rosa Isela Guzmán Ortiz es hija mayor de “El Chapo Guzmán”; que tiene 39 años, que nació en Jalisco; que estudió Ciencia de la Computación en la Universidad de Phoenix y tomó cursos de Cosmetología y Peinado en una escuela de California; que tiene la ciudadanía estadounidense y varios pequeños negocios como salones de belleza, cafeterías y lavado de autos… Que vive de su trabajo…
‘Que tiene cuatro hijos. Que el padre de uno de sus hijos es Vicente Zambada Niebla, hijo de Ismael El Mayo Zambada, alias El Vicentillo –quien fue detenido en 2009 y extraditado a EUA–; que luego ella comenzó una relación con un sobrino de Juan José Esparragoza Moreno El Azul, con quien tuvo dos hijos’.
En la entrevista, la señora Guzmán Ortiz relata que el 21 de mayo de 1993 –día que fue asesinado el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo— ella acompañaba a su padre cuando en el estacionamiento del Aeropuerto de Guadalajara comenzó una ráfaga de disparos…
Aparte, afirma: “Mi papá no es un criminal; el gobierno es el culpable” y reitera: “La fuga de mi papá fue un acuerdo”… Si… pero…
Estas afirmaciones impactaron en la política nacional mexicana. De inmediato y a modo de deslinde, representantes tanto del Partido Acción Nacional (PAN) como del Partido de la Revolución Democrática (PRD) exigieron que se investiguen las declaraciones de Guzmán Ortiz y que se determinen responsabilidades… El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha guardado silencio; el gobierno federal mexicano también.
En todo caso estas declaraciones son ambiguas porque nunca se precisan ni nombres ni datos. Digamos que ahí hay generalidades e imprecisiones que podrían anular los dichos. Extraña, también, que tan importante periódico no exigiera esas puntualidades a señalamientos tan delicados como los que hizo su entrevistada.
Aun así, es cierto que de un tiempo a esta parte, funcionarios y políticos mexicanos se han visto involucrados con el crimen organizado y de muchos se tienen sospechas, por tanto podrían ser creíbles y, para muchos, esto es la confirmación verbal de lo que muchos saben en silencio y que con o sin declaraciones como ésta, debiera estar siempre en la agenda de las investigaciones políticas.
Luego, en una carta enviada al diario mexicano Reforma, la esposa de Joaquín Guzmán Loera, Emma Coronel, dice que su esposo desconoce a Rosa Isela Guzmán como su hija: ‘que cuando estuvo detenido Joaquín, me comentó que esta mujer empezó a escribirle cartas diciendo que su mamá le había dicho que él era su papá, fue la primera vez que él escuchó de ella y por cortesía contestó y no la desmintió, pero nunca pudo recordar quién era su mamá de nombre María Luisa, por lo que si verdaderamente existiera un acta de nacimiento donde Joaquín la reconoce como su hija se investigará y se hará lo necesario, incluso se le solicitará una prueba de ADN…
‘Que Armida y Bernarda, hermanas de Joaquín afirman que jamás han sabido de la existencia de esta persona, por lo cual es más que obvio que no tienen idea de lo que habla, ya que nadie en la familia Guzmán Loera ni el mismo Joaquín la identifican, por lo que se deslindan por completo de las declaraciones de esta mujer y del parentesco que afirma tener con Joaquín y la familia…’
Pero el problema central en esto no es si lo dicho por la señora Guzmán Ortiz es cierto o no en relación con lo que afirma de su padre y sus relaciones pecaminosas con funcionarios y políticos mexicanos; no es tampoco saber si es o no hija de Guzmán Loera: el punto central está en la parte de corrupción política y burocrática que cada día es más evidente en todo el país.
Es muy probable que los sistemas de inteligencia mexicanos y estadounidenses ya estén armando los dossiers de esta persona y si, en efecto, El Chapo Guzmán entró y salió de Estados Unidos como Pedro por su casa, lo que podría demostrar la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad nacional del gobierno estadounidense…
Y todo esto en medio de una campaña en la que familiares y abogados de Guzmán Loera están llevando a cabo para conseguir una pronta extradición del reo hacia Estados Unidos, toda vez que aquí, según la defensa, le están haciendo la vida imposible al detenido… Naturalmente allá podría acogerse al sistema de testigo protegido –o informante protegido–.
Como quiera que sea, la política nacional como funcionarios y políticos temblaron al conocerse estas declaraciones… ¿por qué será?…