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MÉXICO, DF, 18 de diciembre de 2014.- Ante los hechos ocurridos en Tlatlaya, Estado de México, donde la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) avaló que el gobierno del Estado de México, encabezado por Eruviel Ávila, torturó a testigos y manipuló pruebas periciales para encubrir el asesinato perpetrado contra civiles por miembros del Batallón 102 del Ejército Mexicano, el senadoe, Alejandro Encinas, aseveró que en este caso no debe haber ni simulación ni encubrimiento por parte de las autoridades.
“Exijo al gobernador del Estado de México Eruviel Ávila y al procurador mexiquense Alejandro Gómez, atender y rendir cuentas a la brevedad sobre la resolución de la Comisión Nacional de Derechos Humos, ya que de no hacerlo se estaría incurriendo en una simulación u omisión en el caso Tlatlaya”, aseveró el legislador perredista.
De acuerdo con el senador mexiquense, el caso Tlatlaya encierra dos delitos: uno es la masacre y el otro, el encubrimiento de las autoridades, ya que dijo, de acuerdo con la investigación de la CNDH, el Ejército entregó a ministerios públicos estatales a tres presuntas víctimas de una banda de secuestradores, cuyos integrantes murieron en la bodega de Tlatlaya, cuyos nombres, así como los de otros testigos no fueron hechos públicos por razones seguridad.
“Se trataba de tres mujeres que relataron que fueron llevadas a oficinas de la Procuraduría de Justicia del Estado de México, en donde otros funcionarios las interrogaron en tono amenazante, en sus testimonios afirmaron que una persona calva, de alrededor de 35 años, les dijo que había una forma de hacerlas hablar sin que se les notaran los golpes”, relató.
Encinas Rodríguez, quien acotó que la intención era que reconocieran que formaban parte de la banda de secuestradores.
En este mismo contexto, reseñó el senador, además de que exigirles que se asumieran como parte de la banda de secuestradores, los funcionarios querían que declararan que las personas muertas en la bodega en Tlatlaya asesinaron a 10 de sus compañeros, testimonio que fue plasmado por la CNDH en su página 72 de la recomendación del caso Tlatlaya.
“No podemos dejar pasar por alto estas investigaciones, ya que se estaría violando los derechos humanos de las víctimas que fueron torturadas y manipulas”, concluyó Encinas.