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MÉXICO, DF, 29 de agosto de 2014.- La propuesta para incrementar el salario mínimo es adecuada tanto en términos de eficiencia económica como de justicia social, pues su recuperación incentivaría el mercado interno y por tanto de la economía en su conjunto y porque mantener el nivel actual del salario viola la Constitución, sostuvo el doctor Abelardo Mariña Flores, jefe del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El especialista –cuyas líneas de investigación se orientan a la economía laboral y a la acumulación de capital en México, entre otras– dijo que el salario mínimo ha perdido desde 1976, año en que tuvo su percepción más alta, tres cuartas partes de su nivel de compra, por lo que en términos de legalidad y justicia, no cumple con el requisito de ser suficiente para que los trabajadores satisfagan sus necesidades básicas y de su familia.
“Hay quienes sostienen que no es importante este aumento porque finalmente los salarios se negocian más allá del mínimo; sin embargo, éste es fundamento de toda negociación y si se ha deprimido tanto desde 1976 es causa de que toda la estructura de salarios también se haya deteriorado en los últimos 40 años”, puntualizó.
Una vez que el tema se ha puesto a debate a partir de la propuesta hecha por el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, señaló que es muy importante echar a andar un programa de recuperación hasta lograr el poder de compra que tenía en 1976.
Lo anterior implica que el poder de compra deberá triplicarse o cuadruplicarse, además de que recuperar el poder adquisitivo de los salarios tendría impacto sobre el resto de los sueldos que se pagan en el país.
Explicó que para la economía es importante la recuperación salarial para fortalecer el mercado interno, que resulta fundamental en términos de eficiencia económica, porque debe reconstituirse como motor de la actividad económica del país.
Por más de 30 años se ha crecido a tasas muy bajas; el crecimiento promedio anual de la economía es apenas de alrededor de dos por ciento, uno de los más bajos en todo el mundo, y una de las razones por las que no crece es porque el mercado interno lleva 30 años estancado y mucha producción se ha volcado a las exportaciones. Esto no es suficiente porque ninguna economía puede crecer a buen ritmo si no tiene también un mercado interno dinámico.
Sin crecimiento no pueden crearse empleos, los salarios pierden su poder adquisitivo, hay poco poder de compra y esto a su vez desincentiva el crecimiento de la economía. Ese es el círculo vicioso en el que el país se encuentra desde hace tres décadas, explicó.
Mariña Flores expuso que las posibilidades de que avance la propuesta dependen de algunas condiciones, entre ellas la de argumentar por qué es necesario aumentar el salario mínimo. Por un lado se encuentra la justificación jurídica y es muy clara: se viola la constitución al mantener el nivel actual del salario porque éste debe ser remunerador. Por otro lado están las argumentaciones de tipo económico ya expuestas.
También, añadió, es necesario hacer labor de convencimiento e informar a los actores involucrados. La reacción de algunos empresarios ha sido en contra de la medida porque sostienen que incrementaría sus costos y va en contra de sus programas de inversión.
Explicó que si bien es cierto que los salarios tienen un costo para las empresas, también lo es que son el fundamento de sus negocios; es decir, si se fortalece el mercado interno las empresas tendrán mayor demanda para lo que producen. Entonces el eventual aumento en el salario mínimo va a ser compensado por el aumento en la producción y ventas.