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MEXICO, 30 de octubre de 2014.- Apenas llegaron los padres, familiares y compañeros de los 43 normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre en Ayotzinapa, Guerrero, un grito retumbó en el Centro Pro de Derechos Humanos: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Eran las 21:50 horas de este 29 de octubre, cuando aparecieron los familiares, con mantas, fotos y cárteles. Previamente se habían reunido con el presidente Enrique Peña Nieto, en la residencia oficial de Los Pinos durante cerca de cinco horas.
Acudieron al Centro Pro a expresar la tristeza que sienten por la desaparición de sus hijos, y a mostrar esperanza de que sean hallados con vida.
“Estamos atravesando un momento crucial, son más de 30 días de sufrimiento [este 30 de octubre se cumplen 34], de insomnio y con ver a los 43 padres de familia, de los compañeros heridos en los hospitales y con todo el poder que tiene el Estado que no encuentren a los muchachos, no lo podemos creer”, reclamó apesadumbrado Felipe de la Cruz Sandoval, familiar de uno de los estudiantes desaparecidos, y vocero de los padres.
También reclamó que se acabe con las especulaciones y ya se les deje de buscar a los normalistas en fosas o que los padres se enteren a través de los medios de comunicación de que las autoridades hallaron más depósitos de cadáveres clandestinos sin que a ellos les avisen, como ocurrió el 4 de octubre.
“Jamás nos avisaron a los padres de familia lo que habían encontrado hasta que ustedes lo supieron y para nosotros es muy doloroso de momento escuchar ese tipo de declaraciones”, añadió.
Asimismo, dijo que en caso de que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto no resuelva el paradero de los muchachos, acudirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“No confiamos en su gobierno y si usted no se cree competente para dar resultados, le propondremos que vengan personalidades de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a participar en la búsqueda de nuestros hijos, porque para nosotros es prioritario, se ha alargado la noche, la agonía y no ha encontrado nada el gobierno mexicano”, abundó, con la voz quebrada.
Su recelo se extendió a la Procuraduría General de la República (PGR) en cuyos trabajos forenses no confían.
“Mientras no haya resultado de los forenses argentinos, lo de procuraduría es falso para nosotros”, añadió De la Cruz Sandoval.
También expresó su desconfianza en los acuerdos firmados con el presidente Peña Nieto, dados a conocer en cadena nacional al filo de las 21 horas de este 28 de octubre, donde anunció la creación de una comisión supervisora de los resultados de las investigaciones.
“No vamos a confiar en las palabras del Presidente ni en el compromiso que dio en cadena nacional hasta que presente a los 43 normalistas”, dijo.
Y mostró su esperanza:
“Ya no los busquen en fosas o basureros, estamos seguros de que están vivos”.
Se trató de una conferencia que causó un alto interés. Poco antes de las 17:00 horas, ya estaban reunidos afuera del Centro Pro representantes de medios de comunicación nacionales y extranjeros, y la entrada fue desordenada por los más de cien reporteros y camarógrafos que asistieron a la conferencia.
Una pesadilla
Los padres y familiares lucían los estragos de su visita a la ciudad de México, y de la tristeza que viven desde el 26 de septiembre. Entre todos sumaban alrededor de 150 personas que arribaron en cinco camiones al Distrito Federal la noche del 28 de octubre, y un día después, concluida la conferencia, salieron apresurados para regresar a Guerrero.
Epifanio Álvarez, padre de Jorge Álvarez, expuso ante los medios de comunicación la experiencia de tener a su hijo desaparecido.
“Es algo que nunca en mi vida pensé vivirlo, es como una pesadilla para mí y mi esposa y creo que para todos y es una pesadilla de la que no podemos despertar. A cada rato nos acordamos de nuestro hijo, nos sentimos mal, y si estamos comiendo nos preguntamos si estará comiendo o no”, dijo.
Explicó que ya se encuentra desesperado por encontrarlo, que ha apoyado a las autoridades en la búsqueda de su hijo, pero no ve resultados.
Otro padre que tomó la palabra fue Emiliano Navarrete, quien dijo que para él su hijo José Ángel Navarrete no está desaparecido, sino que fue “raptado” por los policías municipales de Iguala, Guerrero. De acuerdo con investigaciones de la PGR, los elementos policiacos del municipio estaban infiltrados por el grupo delincuencial conocido como “Los Guerreros Unidos”.
Navarrete se refirió al ex alcalde de Iguala, el perredista José Luis Abarca, quien ahora está prófugo por su responsabilidad en la desaparición de los estudiantes.
“El alcalde señores ustedes se dan cuenta que escapó como las ratas cuando el barco se hunde, igual el ex Gobernador [Ángel Aguirre Rivero) que en lugar de actuar, porque el alcalde de iguala no estaba respondiendo como todo un hombre, hizo lo mismo que su compañero y a mi modo de ver son cómplices porque si no hubiera alzado la cara para resolver lo que estaba pasando en su momento pero qué pasa, huye como la rata que son, es mi modo de pensar”, expresó indignado.
Se refirió también al encuentro que tuvieron con el Presidente y en el cual los padres no salieron de Los Pinos hasta que Peña Nieto firmó la minuta del encuentro, cosa que finalmente ocurrió, y se comprometió a darle seguimiento al caso y llegar al fondo de las investigaciones.
No obstante, para Navarrete el gobierno federal tardó en reaccionar e iniciar las investigaciones.
Más reproches
No fueron los únicos reproches contra el actuar del gobierno federal, el estatal o el municipal. De acuerdo con el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollán, Vidulfo Rosales Sierra, la represión contra la Normal Rural ha sido sistemática y añeja.
También criticó que hubo omisiones del gobierno federal al actuar tardíamente en la búsqueda de los normalistas, ya que ésta tardó aproximadamente 10 días después de las desapariciones.
Los padres dijeron que sólo acudirán a otro encuentro con el Presidente Peña Nieto en cuanto haya resultados, de lo contrario no lo harán.
Anunciaron asimismo que habrá otra jornada de movilización a favor de los normalistas de Ayotzinapa.
Y así como iniciaron la conferencia la terminaron, al grito de “¡Ayotzi vive. Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, y emprendieron el camino de regreso a su tierra.