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MÉXICO, DF, 15 de enero de 2015.- El papa Francisco afirmó este jueves que la libertad de expresión tiene límites y que no se puede provocar ni ofender a la religión, al referirse, sin citarlo, al atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo, reporta el portal del diario barcelonés La Vanguardia, citando la agencia de noticias española EFE.
El pontífice aseveró que tanto la libertad de expresión como la libertad religiosa “son derechos humanos fundamentales” y “tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender”.
Sobre la libertad religiosa, destacó que “cada uno tiene el derecho de practicar su religión, pero sin ofender” y consideró una “aberración” matar en nombre de Dios.
“No se puede ofender, o hacer la guerra, o asesinar en nombre de la propia religión o en nombre de Dios”, afirmó.
El argentino consideró que aunque ahora pueda sorprender lo que está pasando en ese ámbito, en el pasado hubo guerras en las que la religión desempeñó un papel determinante.
“También nosotros hemos sido pecadores, pero no se puede asesinar en nombre de Dios”, insistió.
“Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad religiosa, como la libertad de expresión”, continuó el papa sobre la compatibilidad entre ambos conceptos. Y le dijo al periodista francés que le planteó la cuestión: “vamos (a hablar) sobre París, hablemos claro” y Bergoglio dijo “tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender. Es verdad que no se puede reaccionar violentamente, pero si Gasbarri (el papa aludió a uno de sus colaboradores ubicado junto a él en el avión), gran amigo, dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!”, aseguró.
“No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No puede burlarse de la fe. No se puede”, reiteró el papa.
Francisco lamentó que haya “mucha gente que habla mal de otras religiones o de las religiones (…), que convierte en un juguete las religiones de los demás”.
Sobre la cuestión de la libertad de expresión, el pontífice aclaró que “es una obligación decir lo que se piensa para ayudar al bien común. Si un senador o un político no dice lo que piensa, no colabora con el bien común”, defendió el papa.