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CHILPANCINGO, Gro., 20 de marzo de 2014.- La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-PC) de Tixtla advirtió que, a pesar de la represión y hostigamiento policiaco y militar, no doblegarán ni detendrán el avance de la Policía Comunitaria.
La tarde de este jueves, cientos de habitantes de Tixtla, policías comunitarios y estudiantes de Ayotzinapa marcharon desde el Barrio del Fortín hasta la plaza central de la cabecera municipal, frente al ayuntamiento.
Algunos con el rostro cubierto con paliacates o pasamontañas, armados con palos, tubos y machetes, recorrieron las principales calles de Tixtla e invitaron a los pobladores a unirse al movimiento por la seguridad y el respeto al sistema de seguridad y justicia comunitario.
Gritaron consignas contra el gobernador Ángel Aguirre Rivero, a quien acusan de implementar una política de aniquilación contra la CRAC-PC y del encarcelamiento injustificado de varios de sus dirigentes.
Las consignas también alcanzaron al alcalde de Tixtla, Gustavo Alcaraz Abarca, a quien en reiteradas ocasiones han acusado de proteger y colaborar con la delincuencia organizada.
Cerca de las 19:00 horas, el contingente se detuvo durante media hora frente al ayuntamiento.
Los estudiantes de Ayotzinapa lanzaron consignas contra el gobierno estatal y los policías comunitarios arremetieron en acusaciones por el altoparlante contra el presidente municipal.
«Nos tratan peor que delincuentes, no somos guerrilleros, no somos rateros ni terroristas, somos policías comunitarios que brindan seguridad al pueblo», expresó al micrófono uno de los marchistas.
También reprocharon la presunta campaña de hostigamiento hacia la CRAC por parte de los tres niveles de gobierno.
Recriminaron la incursión realizada la madrugada de este miércoles por parte del Ejército y las policías Federal, Estatal y Ministerial.
Según relataron, alrededor de las 5:30 horas, se realizó un «impresionante operativo de seguridad» en el que participaron unos mil elementos policiacos y militares, quienes sitiaron la ciudad de Tixtla.
De estos mil elementos, indicaron que unos 500 invadieron el Barrio del Fortín para catear domicilios y ejecutar órdenes de aprehensión en contra de integrantes
Los policías y militares trataron de llevarse a un Comunitario, pero su familia y los vecinos del Barrio del Fortín no lo permitieron.
Detallaron que en el Barrio del Zapote, donde hay un grupo de la Policía Comunitaria, ingresaron alrededor de 200 elementos del Ejército para llevarse a Aurora Molina González, hermana de Gonzalo Molina González, promotor de la CRAC que actualmente está preso en un penal de Oaxaca.
Los policías comunitarios y habitantes de Tixtla exigieron la salida del Ejército y las policías Federal, Estatal y Ministerial y con piedras y palos trataron de expulsarlos.
Al llegar a la carretera federal, los policías arrojaron petardos de gas lacrimógeno contra los comunitarios y habitantes de Tixtla, que afectaron a transeúntes, mujeres y niños que a esa hora se dirigían a la escuela.
Tras relatar los hechos, el Policía Comunitario que hizo uso del micrófono aseguró que esta incursión policiaco-militar es una prueba de la campaña de hostigamiento, agresiones y represión emprendida por los tres niveles de gobierno, para desmembrar a la CRAC.
«De antemano hacemos la advertencia de que eso no lo vamos a permitir, así mismo los hacemos responsables de la integridad física de todos los que formamos parte de esta institución comunitaria», sentenció el policía de la CRAC que cubría su rostro con un pasamontañas.
Advirtió que la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias resistirá los embates de lo que calificó como «un gobierno podrido y caduco» y continuará con las funciones de seguridad y justicia.
Anunciaron que la CRAC también se mantendrá en la exigencia por la liberación de sus compañeros presos políticos, como son Nestora Salgado García, Bernardino García Francisco, Gonzalo Molina González, Arturo Campos Herrera, Aurora Molina González y los demás policías comunitarios detenidos bajo diferentes cargos.
Una vez terminado el discurso, la marcha avanzó hacia la casa del alcalde Gustavo Alcaraz Abarca, donde con palos, los manifestantes rompieron las ventanas y cámaras de seguridad.
Posteriormente, el contingente avanzó hacia la dirección municipal de Seguridad Pública, donde les informaron que permanecían atrincherados los policías preventivos que durante la madrugada encabezaron a los federales y estatales que se llevaron a la señora Aurora Molina.
Sin embargo, los preventivos fueron advertidos sobre la proximidad de los manifestantes, lo que les dio tiempo de huir del lugar, para evitar una confrontación.
Cuando el contingente llegó a las instalaciones de la barandilla municipal, ya estaba vacía y a oscuras.
Los manifestantes gritaron a los preventivos que salieran para confrontarlos, pero no obtuvieron respuesta.
Entonces, caminaron rumbo a la iglesia de La Villa, ubicada a pocos metros de la carretera federal Chilpancingo a Tlapa, la cual cerraron por espacio de 40 minutos.
Aunque hubo inconformidad por parte de los automovilistas, no se registraron enfrentamientos; sin embargo, se anuncia que habrá más protestas para denunciar el uso faccioso que se hace de la justicia.