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MÉXICO, DF, 29 de junio de 2015.- El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) reveló que los restos de uno de los normalistas asesinado el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, presentaba señales de tortura previo a su fallecimiento, con lo que desechó la posibilidad de que sus lesiones hayan sido provocadas por un animal, como lo aseguró la Procuraduría General de la República (PGR) en sus investigaciones.
En conferencia de prensa, los expertos aseguraron que el cadáver de Julio César Mondragón presentaba fracturas craneales y hematomas en la parte trasera del abdomen, causas que le originaron el fallecimiento y no por supuesto ataque de un perro.
“Lo que es evidente, si me preguntan por el caso de Julio César Mondragón, es que él fue objeto de torturas con fractura craneal con lesiones internas, tanto en pulmón como hematomas que le provocaron la muerte, la autopsia señala, en pruebas científicas, antes de su muerte que hay lesiones premortem que son lesiones debidas a tortura, no hay otra explicación que explique la causa de su muerte.
“Lo que sí sabemos es que hay heridas premortem que configuran que hay, para nosotros, un patrón de tortura y hay otras heridas postmortem que creemos que necesitan una valoración más específica, ese es el estado de la situación, como las fracturas craneales o que cause el hematoma en pulmón o en la parte trasera del abdomen”, comentó Carlos Beristain, miembro del GIEI.
Agregó que cuentan con las pruebas suficientes de la escena del crimen para la realizar una evaluación detallada, así como de las autopsias y los resultados de las mismas, para cotejar la información de la Procuraduría sobre el argumento del ataque de un canino a este estudiante.
Por su parte, Francisco Cox y Ángela Buitrago reconocieron que la tardanza de las autoridades federales para dar información y entrevistas con los miembros del 27 batallón de Iguala, los ha limitado a tener un avance del 30 por ciento en la investigación.
Buitrago comentó que hasta el momento cuentan con ese porcentaje de información de manera completa, un 24 por ciento que está de forma parcial y un 47 por ciento que sigue pendiente, datos compartidos entre el GIEI y la PGR, después de tres meses que se realizó la petición.
“Tenemos más de tres meses de haber realizado la petición a las autoridades de entrevistar directamente a los militares del 27 batallón, incluyendo aquellos cuyos testimonios no han sido tomados” y el GIEI señala con preocupación el retraso en esta decisión.
“Hay que tener en cuenta que han pasado nueve meses desde los hechos y la urgencia que dichas acciones tienen para los familiares de las víctimas, así como el tiempo restringido de seis meses que el GIEI tiene para llevar a cabo su mandato”, dijo la especialista.
Mientras que Cox aseguró que esta situación limita, en gran medida, el avance de la investigación, pero no se aventuró a calificar esta postura como una necedad del Gobierno mexicano.
“En opinión del Grupo esta demora limita los esfuerzos por avanzar en la investigación de los hechos y las nuevas acciones y perspectivas en la búsqueda de los desaparecidos”, declaró.
También se reveló que como parte del proceso de generar confianza y acciones específicas de acercamiento entre las entidades del Estado y los familiares, el GIEI recogió la solicitud de los familiares de ser recibidos por la procuradora, Arely Gómez.
Dicha petición ha sido acogida de forma positiva por la Procuradora, por lo que en los próximos días se definirá la fecha de dicho encuentro.
Finalmente, comentaron que sobre los resultados y envíos de muestras de restos a la Universidad de Innsbruck, Austria, se sigue en espera, sin embargo, las pruebas que se ubicaron en Río San Juan, en Cocula, no se han podido mandar debido a que la fragmentación que presentan impide que se realice un estudio detallado.