
Radiografía del Papa Francisco confirma mejoría
MÉXICO, D.F., 24 de julio de 2014.- Con el objetivo de paliar la crisis de los miles de niños centroamericanos que intentan cruzar solos la frontera con Estados Unidos, Barack Obama se plantea crear un programa que entreviste a estos infantes desde sus países de origen para poderles dar la condición de refugiado.
Si la iniciativa recibe luz verde, miles de jóvenes y niños de países como El Salvador, Honduras o Guatemala podrán entrar a Estados Unidos en condición de refugiados por emergencia humanitaria. En este caso, el motivo sería la violencia estructural y de pandillas que se viven en estos tres países, donde se calcula que operan 70 mil pandilleros, según informa The New York Times.
Este sistema se ha implementado ya otras veces en desastres naturales como el sismo que vivió Haití en 2010, para evitar precisamente una migración por mar.
Con este programa se pretende poner fin a los viajes que realizan los menores desde Centroamérica a Estados Unidos. Desde el 1 de octubre, más de 45 mil niños han sido atendidos por varias agencias estadounidenses, agotando los recursos de éstas.
Pese a que el programa no ha sido aprobado, funcionarios de la Casa Blanca y los Departamentos de Estado, Seguridad Nacional, Justicia, Salud y Servicios Humanos, están estudiando cómo se desarrollaría.
El proceso sería el siguiente: los niños serían entrevistados por los empleados de migración estadounidenses capacitados y posteriormente, serían enviados a un centro de reasentamiento con la asistencia de grupos internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones. Lo difícil, según apuntan varios detractores a la idea de Obama, sería calificar como refugiado a alguien que huye de las pandillas para ser reclutados.
Bajo la ley estadounidense, los refugiados son personas que huyen de su país de origen por persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un determinado grupo social.
El borrador del plan señaló que el 64.7 por ciento de los menores no acompañados que solicitaron asilo este año lo consiguió, lo que sugiere que los funcionarios de migración han encontrado en los motivos de migrantes para solicitar un estatus de refugiado, como argumentos creíbles de un peligro inminente.
Este plan que baraja la administración de Obama, sería similar a un reciente proyecto de ley presentado por los senadores republicanos John McCain y Jeff Flake de Arizona, quienes propusieron aumentar el número de visas de refugiados a 5 mil en cada país afectado, como Guatemala, Honduras y El Salvador.
Por otra parte, Obama intenta apagar el fuego que ha creado el gobernador de Texas Ricky Perry, al anunciar que piensa desplegar unos mil agentes de la Guardia Nacional en la frontera. El presidente demócrata informó que ha enviado un grupo de asesores al estado sureño para evaluar tal decisión, ya que le costará a la entidad unos 12 millones de dólares al mes.
El argumento de Perry, es que con la saturación logística provocada por la ola de niños migrantes, grupos delictivos y cárteles de la droga lo han aprovechado para aumentar su actividad en la frontera.
Para el general Nichols, uno de los asesores de Perry, la presencia de la Guardia Nacional serviría para disuadir, aunque los críticos al despliegue informaron que estos soldados no están capacitados para un trabajo aduanal ni migratorio, y se podrían dar irregularidades y hasta muertes, debido a su formación militar. Además, la Ley Posse Comitatus, del siglo XIX, limita el papel militar en las labores policiales.