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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de abril del 2016.- El Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM obtuvo en 2015 cinco patentes más, entre ellas, una relacionada con las toxinas Cry –producidas por Bacillus thuringiensis–, con aplicación como insecticida, que combina dos cepas de esa bacteria para matar al mosquito Aedes aegypti, transmisor de dengue, Zika y chikungunya.
Se trata de una formulación para ser aplicada en depósitos de agua, donde el insecto se reproduce, explicó la casa de estudios.
Detalló que el instituto registró su solicitud de patente número 200, de las cuales le han sido otorgadas casi 90, informó Mario Trejo, secretario Técnico de Gestión y Transferencia de Tecnología de la entidad.
Las otras patentes se refieren a dos péptidos (pequeñas proteínas) aislados del veneno del alacrán, que podrían ser clave para el tratamiento de enfermedades autoinmunes; a un método para cuantificar y diferenciar nanopartículas de origen pseudoviral, que se pueden utilizar en vacunas o en acarreadores farmacéuticos, y dos más relacionadas con las toxinas Cry, informó.
2015, nuevos logros
De las cinco patentes que se otorgaron el año pasado, una fue en fase nacional, relacionada con otra que ya se había otorgado en 2014 en otros países: dos péptidos que se aislaron del veneno de un alacrán morelense.
Se trata de péptidos que presentan actividad de moduladores de un canal celular de potasio muy especial, pues ha sido identificado como pieza clave en el posible tratamiento de enfermedades autoinmunes, como la psoriasis, artritis reumatoide o esclerosis múltiple e, incluso, rechazo de órganos, lo cual podría dar la posibilidad de una mejor calidad de vida para los pacientes, consideró Trejo. La investigación está a cargo del emérito Lourival Possani.
Otra es un método para cuantificar y diferenciar nanopartículas de origen pseudoviral. Las proteínas de la cápside o cápsula de proteínas de los virus que lleva dentro el ADN, se utiliza para obtener nanopartículas de diversas formas o tamaños.
Cuando se producen de manera biotecnológica puede ocurrir una mezcla de varias formas de las nanopartículas, como nanotubos y nanoesferas. Con este método se puede cuantificar de manera diferenciada la partícula que interesa y discernir cuánto hay de las otras.
Esas pequeñísimas estructuras pueden tener aplicación en el área de la salud, porque es factible utilizarlas para vacunas o acarreadores farmacéuticos. La patente, obtenida en México, está a cargo de Laura Palomares.
Las otras tres patentes, resultado de los trabajos de Alejandra Bravo y Mario Soberón, se relacionan con las toxinas Cry, producidas por Bacillus thuringiensis, con aplicación como insecticidas.