Descomplicado
Deshojando la margarita
Faltan escasos días para que se lleven a cabo las elecciones intermedias y la incertidumbre persiste
Unas elecciones cuestionadas, ensangrentadas y al parecer hasta innecesarias. La ciudadanía se debate en deshojar la margarita: votar o no votar o de plano anular su sufragio -como una forma válida y clara de protestar en contra de la clase política y sus corruptelas-, que en el análisis de las propuestas de los diversos partidos políticos y sus candidatos, propuestas por cierto poco difundidas pues los contendientes se dedicaron más a descalificarse.
Para muchos estos comicios significaron el derroche de miles de millones de pesos otorgados a los partidos y sus candidatos(as), sin la expectativa de que algo cambie. Un dinero que bien pudiera invertirse en fortalecer al sistema educativo o al de salud, ambos tan necesitados de recursos.
Unos comicios que poco o nada importan a la ciudadanía, harta de la corrupción exhibida por la clase política y los partidos. Comicios, que es de esperarse, sean marcados por un alto abstencionismo. Basta con observar que el 70 por ciento de los ciudadanos entre 25 y 29 años no vota en las elecciones según encuestas recientes, pues se sienten olvidados por los partidos o no les creen.
Desde el inicio de éste proceso, la ciudadanía ha visto con indignación el patético espectáculo que ofrecieron trapecistas y chapulines al saltar de las delegaciones políticas a las candidaturas por las diputaciones locales y viceversa. Otros, más ambiciosos, van en pos de diputaciones federales, exhibiendo su ansia de poder y aferramiento al hueso.
Y a unas horas de los comicios del 7 de julio, donde en el DF se disputarán 16 delegaciones políticas y 66 lugares en la Asamblea de representantes, dos partidos completamente opuestos (PRI y Morena) levantan la voz para advertir la posibilidad de un gigantesco fraude por parte de los del PRD, a través de la compra del voto.
Al respecto, el árbitro de la competencia y quien asegura no habrá conflictos generalizados, sino focalizados, Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno capitalino, revira al señalamiento de un posible fraude: “es mero discurso”, dijo y llamó a los quejosos a presentar denuncias y pruebas y anunció un gran despliegue de cámaras de video para vigilar el transcurrir de la votación.
Y es que en el DF, las tan cuestionadas campañas, como las próximas elecciones, han estado salpicadas de todo tipo de lodazales y posibles acciones amañadas: rumores malévolos a lo largo de colonias populares para vulnerar a las autoridades capitalinas, como el acontecido en Santo Domingo, Coyoacán; enfrentamientos violentos a golpes y patadas con saldos rojos como en Cuajimalpa, con 25 heridos; compra de votos con despensas, tinacos y demás enseres domésticos como los vistos una y otra vez en diversas delegaciones perredistas y desaires a la ciudadanía por quienes se creen punteros, como sucedió en la Benito Juárez por parte de los panistas.
Según una documentada nota de Milenio, cinco serán las delegaciones políticas más competidas y donde las diferencias en el número de votos podrían llevarlas a conflictos pos electorales por las diferencias tan apretadas. Son: Benito Juárez, Cuauthémoc, Iztapalapa, Miguel Hidalgo y Tlalpan. Sin duda Morena y el PRI-Verde han resultado muy competitivos para los perredistas y no sería raro les arrebataran algunos lugares en la Asamblea de Representantes y hasta algunas demarcaciones.
Armando Navarrete, dirigente nacional del PRD, ha augurado incluso que en el 2018 el Sol Azteca perderá el Distrito Federal por diversos errores cometidos, el efecto Mancera y sus políticas públicas.
Por lo pronto en el cierre de campañas, los partidos de las llamadas izquierdas: PRD y Morena trataron de exhibir su músculo. Mientras los amarillos, con ciertos tintes rosa mexicano, trataron de llenar el zócalo con acarreados –ambulantes, franeleros y demás integrantes de la economía informal –de sus principales demarcaciones, los morenos hicieron lo mismo en diversos eventos. Y como era de esperarse las acusaciones entre ambos no fueron pocas.
Las encuestas indican que perredistas y morenos van empatados técnicamente en la toma de la Asamblea de Representantes con 25 por ciento y 26 por ciento, respectivamente. PRI y PAN sólo alcanzarían el 20 por ciento, entre los dos.
La lucha frontal será por las 16 demarcaciones políticas en las que está dividida la gran capital y donde también morenos y amarillos lucharán muerte: Iztapalapa y Cuauthémoc les pueden ser arrebatadas a los del Sol Azteca. Tanto azules como tricolores podrán sacar alguna ventaja de la guerra entre las izquierdas. El PRI podría dar algunas sorpresas en delegaciones dominadas por perredistas y panistas.
La lucha por la ciudad de México no es cualquier cosa, hablamos de la capital del país, punto neurálgico político, económico y social de nuestra gran República.